Ángel Recio, un capitán desde los 10 años que ya es algo más que un recurso

Ángel Recio (Fuengirola, 2003) es el capitán del Atlético Malagueño. Si alguien le conoce bien es Juanfran Funes, que le ha dirigido durante cinco temporadas en el filial, sabe de sus fortalezas y debilidades. Pudo entenderse su titularidad ante el Mirandés, en el debut del granadino, como un recurso por las ausencias por sanción de Montero y Murillo. Pero que repitiera en el once inicial en Zorrilla, más allá de la decisión de dar continuidad a todo el equipo que ganó, indica que ahora mismo Recio es algo más que esa solución temporal para Funes.

En su último año como sub 23, Recio ha ido escalando desde las categorías bajas del club desde que fue reclutado como alevín desde el Athletic Fuengirola. Está desde 2013 en la entidad, más de 12 años, más de media vida. Y en cada generación ha sido el capitán del equipo, lo que habla de su personalidad. Jugó, de hecho, en LaLiga Promises, el mítico torneo de Brunete actualizado, en 2015. En esa generación estaba también Dani Lorenzo, que después se marchó varias temporadas al Real Madrid antes de regresar.

Tiene contrato a medio plazo con el club, con posibilidad de extensión, y en Martiricos se le ve como futuro jugador de primer equipo. En Valladolid exhibió una buena versión. Con algún error lógico, pero con prestancia y aplomo. Con una salida de balón excelente, la mayoría pases tensos y precisos para dar ventaja al receptor, también algún desplazamiento largo de calidad, cambios de orientación para oxigenar. En el fútbol moderno al central se le pide ese buen pie. Y en la idea de Funes, como se está viendo en estos primeros compases, aún más, es innegociable aunque el rival apriete que la pelota se saque con criterio. No es algo a lo que le vaya a coger por sorpresa.

Defensivamente, Recio mostró buena concentración. Es un jugador de una planta enorme (1.90 metros), su capacidad para dominar en el juego aéreo seguramente marque cómo será su carrera, es uno de los focos en los que tiene que crecer porque tiene las cualidades para ser dominante. Su labor con Juanmi Latasa en la segunda parte fue llamativa. El ariete del Valladolid es físicamente poderoso, pero Recio no rehuyó el contacto y acabó desesperando al canterano del Real Madrid, en el cuerpeo no resutó perdedor, referenciando bien.

El aterrizaje de Recio, que estuvo en convocatorias sub 15 y sub 16 con España, en la élite ha sido más lento que el de otros compañeros, en enero cumple ya 23 años. Pero ha quemado las etapas para que no le haya sobrepasado el momento en el que ha tenido que emerger. Y no hay que explicarle en el lugar que está, en el que lleva desde los 10 años subiendo todos los escalones como capitán.