Catas en el suelo de La Rosaleda por las obras para el Mundial 2030

Desde el pasado lunes los operarios trabajan sobre el terreno

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La maquinaria que ha estado trabajando en La Rosaleda

Mientras llega ruido de otras ciudades que pretenden acoger todavía partidos del Mundial de 2030 en España como Valencia y Vigo, en Málaga se dan pasos cortos pero firmes para la remodelación del estadio de La Rosaleda. Desde el pasado lunes, en las instalaciones de Martiricos llegaron los operarios con toda la maquinaria necesaria para hacer catas del suelo, un paso fundamental antes del inicio real de la transformación del recinto para adecuarlo a los cánones que exige la FIFA.

Un camión con maquinaria específica llamó la atención de los presentes en la zona del parking que separa el estadio del Anexo y el nuevo edificio donde están almacén, cocina y los despachos y salas del primer equipo. Cerca de la salida de los vehículos, varios trabajadores estudiaban con celo las cualidades del terreno en esa zona concreta de las instalaciones de Martiricos. Tres operarios tomaron muestras de tierra allí mismo. Han estado en esta ubicación desde el lunes y en los próximos días comenzarán con otras áreas.

En otros puntos del campo, los topógrafos iban cumpliendo otras labores complementarias y necesarias para este tipo de construcciones y obras, que además en el caso de La Rosaleda son tremendamente ambiciosas y cuenta con el hándicap de que la situación del recinto (marcado por el margen del río y de una carretera a cada lado) dificulta algunas cuestiones.

No es una cuestión baladí pasar de un coqueto estadio de apenas 30.000 espectadores a uno de 45.000 y con todas las modernidades a su alcance además de las ya mencionadas -y no pocas- exigencias de la FIFA para permitir que acoja partidos de un Mundial de fútbol. La empresa que se ocupa de estos menesteres es la madrileña TPF Getinsa Euroestudios SL por poco más de 70.000 euros tras la adjudicación por parte del Ayuntamiento de la capital costasoleña.

La maquinaria que ha estado trabajando en La Rosaleda

Lo que está claro que esto queda como un paso en firme serio por parte de las tres instituciones dueñas del estadio y que planean invertir una cantidad que ronda los 240 millones de euros para convertir La Rosaleda en uno de los campos más modernos del fútbol español además de la severa transformación del entorno de Martiricos, con la reubicación de dos emplazamientos en los que actualmente hay sendos centros de enseñanza pública, la creación de varios miles de plazas de aparcamiento y hasta la creación de puentes plaza sobre el río Guadalmedina.

En un primer momento se contaba con la posibilidad de aprovechar al máximo la actual estructura de La Rosaleda y que se mantuviesen los dos anillos existentes. Esta opción se dio por descartada por algunos especialistas bien pronto, dejando claro que el superior tendría que ser derribado y que como mucho se podría mantener en parte el inferior como parte de la base. Todas estas cuestiones deben ser puestas en cuarentena teniendo en cuenta las particularidades del terreno y su ubicación además de las futuras necesidades y posibles pegas que se puedan ir añadiendo conforme avancen los estudios y los trabajos sobre el recinto.

El Málaga, mientras tanto, no es más que un mero espectador a la espera de que le digan que se tiene que mudar al estadio de atletismo Ciudad de Málaga, donde las autoridades ya le han anticipado que tendrá que jugar mientras se prolonguen las obras en La Rosaleda. Su nueva casa, eso sí, verá incrementada su capacidad de manera notable con gradas supletorias y en el Ayuntamiento, muy optimistas, creen que podrían incluso alcanzar las 26.000 localidades.

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