CD Estepona-Málaga CF: Las cosas en su sitio (1-3)

El Málaga CF las cosas en su sitio. Se sacó la espina de la temporada anterior eliminando al CD Estepona en el Muñoz Pérez, donde por un momento sobrevolaron viejos fantasmas. Lo hizo con la unidad B, repartiendo minutos necesarios, pero marcando los límites, dejando claro que las categorías están por algo. Ni más ni menos que lo que corresponde en la Copa del Rey.

No se regaló ni mucho menos el cuadro esteponero, que hasta el final demostró su compromiso y su espíritu. Los de Xavi Molist tienen ahora la obligación de darle continuidad en el Grupo 4 de Segunda RFEF y demostrar que lo del descenso es anecdótico, que están hechos para play off.

Era la primera vez en muchos años que el Málaga CF se enfrentaba a un partido oficial en campo de césped artificial, que tradicionalmente se le había venido atragantando. Pero la puesta en escena no estuvo nada mal.

La alineación, como se preveía, la compusieron en esencia los menos habituales con algún asterisco. Sólo un titular del partido contra el Andorra, Joaquín Muñoz (aunque por la derecha). Si bien es cierto que Juanpe o Rafa Rodríguez venían contando con mucho protagonismo antes de dicha cita.

Probó de nuevo con Izan Merino en el centro de la defensa, acompañando a Einar Galilea. Alguno esperaba a Recio, pero no hubo premio para el capitán del filial. Sí tuvieron continuidad Lobete y Eneko Jauregi, que además cocinaron el 0-1.

Habían corrido poco más de diez minutos cuando el Málaga pilló adelantado al Estepona. Eneko tocó con inteligencia para el desmarque de Lobete, que fue derribado en el área en uno de esos días en los que no hay VAR y lo que diga el árbitro va a misa. Lo ejecutó el extremo vasco sin dudar, con potencia.

Parecía que podía venir un chorreo, el Málaga controló el juego y supo encontrar espacios, especialmente por el carril zurdo, donde se movían Dani Sánchez y Lobete, con Aarón Ochoa de cooperante. El lateral probó al portero Joel Ruiz, que debutaba este curso.

Lejos de sentirse amedrentado, el Estepona continuó con su plan de partido. Fue intenso y asumió en ocasiones los riesgos que conllevaba presionar alto al Málaga. Pudo empatar Dani Sancho de cabeza a centro de Castedo, pero salió desviado su remate.

No hubo mucho más en la primera parte, que dejaba la eliminatoria abierta. Pellicer, tal y como tenía pensado, aprovechó para realizar rotaciones. Entró Brasanac, que además no puede jugar la siguiente jornada, por el amonestado Juanpe. Y los que más ritmo necesitan de todos los de la plantilla, Haitam y Dorrio, tomaron el relevo en las bandas.

No pasó gran cosa en el partido. Algún remate y acercamiento del Estepona, el Málaga dejando pasar los minutos aunque con algo menos de control que en la primera mitad. Los cambios, con un aroma pretemporada, iban llegando en ambos lados.

En el último cuarto de hora el encuentro se animó. Dos de los fichajes de este verano cocinaron el 0-2. Dotor envió un estupendo balón a la espalda de la defensa esteponera. Dorrio la controló con el pecho y ejecutó la volea. Otro que respira aliviado tras mojar.

Lejos de estar decidida la eliminatoria, el Estepona recortó. Un fallo en la salida de balón que Asier Teijeiro convirtió en un potente tiro de fuera del área, ajustado al palo, imposible para Carlos López. Se crecieron los locales, que tras un defectuoso control de Brasanac generaron otra acción que no supuso el 2-2 por la providencial parada del guardameta malagueño.

El suspense se acabó en el tiempo añadido después de que Dorrio se escapase por su flanco, levantase la cabeza para ver cómo llegaba por detrás Aarón Ochoa. El internacional irlandés dio el pase a la red con el interior y certificó el pase a la siguiente ronda. Lo que corresponde por jerarquía.