Málaga C.F.

Un doble o nada ante el Córdoba

  • El ridículo ante el Sevilla empaña el final de año y evidencia los problemas del equipo

  • Sólo una remontada copera podría remontar los ánimos

Sandro se lamenta en uno de los goles del Sevilla durante la primera mitad.

Sandro se lamenta en uno de los goles del Sevilla durante la primera mitad. / antonio pizarro

El orgullo malaguista está tremendamente herido. El del aficionado que se trasladó a Sevilla o el que se quedó en casa, y también el de algún jugador que sintió en el alma cada gol que caía del lado hispalense en unos diez minutos interminables. Gente como Recio, Camacho u Ontiveros bien lo demostraron en el campo o en zona mixta. Pequeñas excepciones en un encuentro muy complicado de digerir. Resultaba difícil sacar tres puntos del Pizjuán, pero lo que nadie podía esperar era semejante golpe para emborronar el final de 2016.

Los problemas del equipo ya se conocían. Ayer sólo se hicieron más flagrantes. No obstante, lo más preocupante fue la poca presencia del equipo una vez llegó vapuleado al descanso. Al Sevilla le bastó con frenar el partido, mantenerse tranquilo atrás y salir en ocasiones. Tampoco había ayudado la falta de reacción de Juande en la primera parte, manteniendo un esquema que no hacía más que perder aguas en el centro del campo.

Esta mezcla de sensaciones negativas tiene una forma de transformarse. Al menos temporalmente, como un parche. El Málaga tiene la suerte, aunque un tanto relativa, de tener aún por delante otro partido más antes de marcharse de vacaciones de Navidad. El martes llega el Córdoba a La Rosaleda, donde se manifestarán los sentimientos de la afición respecto al golpe de ayer. Una remontada o, al menos, una muestra evidente de actitud servirían para templar los ánimos. Lo contrario, por supuesto, no haría más que empeorar la situación.

No hay muchas cosas que sepan peor que irse a un parón con una derrota a las espaldas. Así es cada vez que se frena para dar paso a las selecciones nacionales. También para cerrar una temporada, por bien que se haya dado en el global. Del mismo modo ocurre con los años. No sabrán de igual modo los turrones si se hace efectiva la eliminación de Copa del Rey tras tal tropiezo.

Volviendo al lado afortunado, son sólo dos días para tragarse todo y volver al campo, el único lugar donde se demuestra. En deporte siempre se considera mejor un partido inmediato para resarcirse a esperas prolongadas. Ganar al Córdoba es la apuesta que puede devolverte la sonrisa o dejarte sin blanca. Independientemente de lo que ocurra, Juande tendrá trabajo a destajo para cambiar lo que no dicen los resultados; sí la vista.

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