"El entrenador no puede ser un okupa del banquillo que esté aquí sin sentirlo y sin que lo quiera nadie"

Todos los ojos vuelven a estar sobre Sergio Pellicer tras la dura derrota de la pasada jornada y la consecuente racha del Málaga CF de cinco en seis partidos. El de Nules apostó por un mensaje de unión en rueda de prensa: "Entendemos perfectamente y yo el primero, que soy el máximo responsable, que no estamos siendo ese equipo con la cualidad de ser estable. Es cierto que me gustaría trasladar el mensaje a la afición de que en La Rosaleda sientan el cariño de la gente, porque creo que es un grupo que lo siente y entiendo lo que sucedió, pero los jugadores son nuestro patrimonio y a un jugador le estimula el buen ambiente y el malo le drena la energía. Creo que es el grupo que más canterano hay y más sentido de pertenencia hay. Este es un club muy exigente y lo entiendo, pero a los jugadores vamos a protegerlos, porque son nuestro patrimonio y ellos vana estar hasta el final de temporada".

Sin embargo, su postura no fue de víctima y se mostró conocer de las consecuencias de que esta mala racha se siga alargando: "Tengo conversaciones todos los días con Loren Juarros y una relación muy fluida, con nuestras diferencias, pero vemos las cosas muy parecidas. Llevo mucho tiempo estando aquí y siendo el portavoz del club cuatro o cinco años. Lo más importante es que se cumplan los resultados. Si cada vez que perdamos el partido, va a ser esta situación, pues ese es un debe. Ser capitán de este equipo es difícil y con mucho desgaste. Es normal, porque nuestra gente quiere dar un paso más y es normal que esa exigencia esté. El entrenador no puede ser un okupa del banquillo que esté aquí sin sentirlo y sin que lo quiera nadie. Esto con una reunión de mesa y mantel no se soluciona, se hace trabajando, en la mesa y el mantel, hay otras cosas".

"No es excusa. Hay que buscar soluciones. El partido del domingo hace dos semanas estaba aquí, decía que el Dépor era el mejor rival que podía venir y esta vez no es así. Debemos de buscar situaciones de partidos y rendimientos de jugadores que tal vez en vez de salir de inicio salgan con esa energía después. Son cosas que debemos seguir trabajando y debo seguir dándole mecanismos. Fuera de casa tenemos que cambiar algo. Tengo ganas de ayudar al equipo. Si debo estar fuera para que gane, pues haré como Luis Enrique y lo veré desde fuera", añadió sobre si las lesiones pueden ser las culpables de esta dinámica.

No obstante, Sergio Pellicer no quiso que la rueda de prensa girase en torno a su figura: "Estamos en la previa del partido del Andorra. Todos estamos hablando del pasado y lo dije en Leganés que el pase que hemos dado por el rendimiento fuera de nuestro estadio está lejos, pero debemos de concentrarnos en este partido. El domingo va a venir un equipo que es la sensación de la categoría, que tiene el mejor juego posicional de la categoría. Ahí es donde vamos a necesitar el apoyo de nuestra gente, porque se va a ver a dos equipos muy atrevidos. Queda mucho, pero hay que mantener los pies en el suelo, porque hay que mejorar lejos de nuestro estadio. Debemos generar un buen ambiente durante el partido y, al terminar, que la gente se exprese cómo considere".

"Va a haber cambios, pero el rival no es el Dépor. Como digo, me espero un partido de goles y de ida y vuelta. Son como nosotros el año pasado. Gente joven y con mucha hambre. Son muy atrevidos y nosotros queremos ser eso. Habrá jugadores que aparezcan y muestren ese buen rendimiento. Le vamos a competir, pero es difícil, pero el rival también sabe de la necesidad nuestra y esa necesidad no se debe traducir en precipitación. Muchas veces da la sensación de que no llegas, aunque nosotros queremos tener el balón y ellos lo van a querer para desgastarnos y hacernos daño. Nosotros vamos a buscar ir adelante y que ellos sufran. Es un rival que si se pone por delante, va a hacer lo mismo y encontrar espacios y debemos intentar ser el equipo de contra el Dépor. Es de los peores rivales que pueden venir esta situación", agregó a lo que espera de un duro encuentro ante el FC Andorra de Gerard Piqué.

Por último, Pellicer advirtió de la dificultad de revertir la situación actual tanto suya como del equipo y dejó clara la fórmula de reconducir todo lo sucedido: "Va a ser así. Ya pasó hace dos jornadas y es normal. Este año queremos dar un paso hacia delante. Esto ha empezado muy pronto y me da mucha rabia y no es porque el equipo no tenga ni alma, ni actitud, pero no estamos siendo muy estables. Ya ha comenzado una bola de nieve muy difícil de parar, con buenos resultados se puede, pero no es todo eso. Poco a poco, conforme pierdes, te vas quitando ropa en la nieve y lo que te protege es esa segunda piel y hay que luchar, pero tampoco se puede ir contra muchas cosas, pero con unión entre todos podemos conseguir cosas muy grandes".