El Málaga, con el mayor presupuesto de la categoría, pasa por ser uno de los grandes candidatos al ascenso. Pero no es el único gallo del corral. Al contrario, le está costando bastante lograr sumar ante los rivales más directos en la luchar por alcanzar la meta de la Primera División. En 2019 no ha ganado a ninguno de los rivales de la zona alta.

En el cuerpo a cuerpo con los otros gallitos de LaLiga 1|2|3 lo máximo que ha conseguido en la segunda vuelta son algunos empates. Aunque lo que de verdad ha escocido en el entorno es la derrota ante Osasuna. Tanto por las formas como por lo que supone en tangibles. Los rojillos sacan siete puntos de ventaja a los blanquiazules y el golaverage particular.

En lo que va de 2019 además coincide que por La Rosaleda han pasado Almería, Las Palmas, Deportivo y Osasuna. Tres puntos de 12 posibles, un bagaje muy pobre y que es en parte causante de que el Málaga no esté en la zona de ascenso directo.

No es una cuestión baladí. Eso de que los puntos valen lo mismo es algo muy relativo. En una competición tan igualada como esta Segunda División se pueden producir empates a puntos y que se resolverían por los resultados particulares entre los hipotético afectados.

En la primera vuelta sí le fue algo mejor a los blanquiazules contra conjuntos de la zona alta. Superó al Alcorcón (1-0) en La Rosaleda y al Almería (0-1) en el Mediterráneo. También hincaron la rodilla en Martiricos Albacete (2-1) y Cádiz (1-0), además del sufrido triunfo ante el Mallorca (1-2) en Son Moix. Pinchó, no obstante, con Las Palmas (3-0), Osasuna (2-1) y Granada (0-1), a lo que hay que añadir los empates en Riazor (1-1) y Oviedo (0-0).

Aún le queda por medirse en la segunda vuelta con Granada, Alcorcón, Albacete y Cádiz fuera de casa y en La Rosaleda contra Mallorca y Oviedo. Aunque llegados a este punto de la temporada, los blanquiazules tienen que aumentar sus prestaciones ante cualquier rival. Hay que recordar que también ha sufrido palos severos como la derrota ante el Reus o los empates de Tenerife y Córdoba.

El calendario pone delante ahora a tres conjuntos que están de mitad de la tabla hacia abajo. Exámenes para calibrar el estado real de un Málaga que no cae pero tampoco escala.