Una fiesta con dos leyendas como invitados de lujo
La Rosaleda vivió un gran ambiente en el XXXV Trofeo Costa del Sol
La Rosaleda se rinde a Manuel Pellegrini
La carga emocional de la XXXV edición del Trofeo Costa del Sol ya destacaba por los regresos de varios héroes del Málaga CF desde el propio anuncio del encuentro entre los blanquiazules y el Real Betis Balompié como último duelo de la pretemporada 2025/26.
Los primeros minutos de partido provocaron una pausa desafortunada debido a un paro cardiovascular de uno de los aficionados blanquiazules, que fue atendido por las asistencias sanitarias y estabilizado para poder llevarlo a dependencias hospitalarias para darle el cuidado necesario y las pruebas correspondientes para determinar un diagnóstico.
Desde entonces, las gradas volvieron a ir cogiendo fuerza poco a poco tras lo sucedido, pero un gol de David Larrubia para poner el 1-0 en el luminoso levantó a la hinchada local, que ya no levantó el pie del acelerador en toda la primera mitad.
El regreso del túnel de vestuarios dejó una imagen para el recuerdo con un cántico al unísono en honor a una de las grandes leyendas del club afincado en Martiricos: “Manuel, Manuel Pellegrini”. Unos gritos que devolvieron a muchos aficionados a hace más de una década, cuando el chileno era amo y señor del vestuario de La Rosaleda en los años dorados de la historia del Málaga CF.
A esto, lo sucedió una vorágine de sucesos que provocó que se diesen dos goles casi consecutivos de David Larrubia y Chupete. Estos provocaron que el ambiente se animase mucho más en las gradas de La Rosaleda, que si con un 1-0 ya estaban demostrando muchas ganas de que el fútbol volviese al templo blanquiazul, pues con un 3-0 todo esto no hizo más que acrecentarse y perpetuarse para todo lo que quedaba hasta que se diese el pitido final de la contienda.
A raíz de estas dianas, la intensidad se elevó con una ola seguida por casi todo el estadio y con innumerables cánticos de celebración y de fiesta, pero esta disminuyó en el terreno de juego, lo que provocó que el Cucho Hernández achicase aguas con un gol del honor que no cambió la dinámica de la felicidad de los aficionados, que comenzaron a cantar “Málaga, Málaga”, como respuesta al gol del delantero latinoamericano en una noche con sensaciones positivas, una atmósfera positiva y muchas ganas de que pasen los días para regresar a La Rosaleda y medirse ante la SD Eibar.
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