La hemeroteca sobre el Mundial 2030 desnuda a la clase política de Málaga
Todo comenzó a saltar por los aires en los primeros días de julio
Un nuevo estadio o una remodelación de La Rosaleda sin plazos
En la España actual, si hay algo que ayuda a conocer, la evolución de todo lo que sucede, es la hemeroteca y esto ya no solo va sobre los grandes políticos del panorama nacional que cada cierto tiempo se ven expuestos por ellos mismos, sino que también se extrapola al panorama local y más en asuntos de especial relevancia, como es caso del Mundial 2030, que tan seguido ha sido por la prensa de la capital de la provincia.
En pleno septiembre de 2022, Raúl López, exconcejal de Ordenación del Territorio, ya daba por hecho las obras de La Rosaleda para el Mundial 2030 y reconocía dudas para llevar a cabo el proyecto sobre el terreno, a la espera de informes: "Los 40.000 netos algunos no computan. No iremos a 40.000 redondos, algo por encima para tener cintura. La siguiente fase es complicada. Más de 60.000 no lo valoramos, es doblar la capacidad, habría que hablar de otras cosas que no se podrían hacer allí. Estamos esperando a los arquitectos, obteniendo información de ampliaciones parecidas, errores y aciertos de cada uno. Luego hay que plasmarlo en la geografía y orografía de Málaga. Tenemos el río por un lado y viales por el otro. Tenemos que llevarlo a la realidad física de Málaga".
El también entonces secretario general para el deporte de la Junta de Andalucía, José María Arrabal, sacó pecho de que las instituciones propietarias de La Rosaleda ya llevaban camino recorrido para este proyecto, aunque, según dijo el alcalde en la renunica, acabó faltando tiempo para llegar en buenas condiciones al Mundial: "En La Cartuja anunciamos unos días que habrá unos cambios. En Málaga hemos ido varios pasitos por delante todas las administraciones y ahora no es diferente. Tenemos el trabajo de campo bien hecho. La Federación lo sabe. Hemos tenido visitas, multitud de informes y lo tenemos bien dirigido. Piden 5.000 aparcamientos la FIFA para albergar el Mundial. No tenemos un minuto que perder. En palabras de representantes de todas las administraciones con mucho crédito y respeto, este es un proyecto que se va a poner en marcha en cualquier caso. Málaga debe ser vanguardia en todos los aspectos y esa infraestructura tiene que ser un elemento de regeneración de esta ciudad, que debe ir acorde a los tiempos que corren, seguir las tendencias, no ser elefantes blancos a las afueras de las ciudades que se abren cada 15 días. Que a diario tenga un uso, un sentido, un elemento regenerador de vida paseable, ecológico, de entretenimiento. Cuando hace tres años empezamos a trabajar muchos nos miraban con cara de estupefacción porque parecía algo imposible. Esto está a la vuelta de la esquina y es una realidad plausible".
A partir del 2024, el tema comenzó a tomar más peso en las declaraciones de los distintos cargos públicos. En enero de ese mismo año, Borja Vivas, actual concejal de Deporte, ya deslizaba la necesidad de que hubiese financiación adicional a la pública: "Ya hay inversores interesados en la propuesta y nosotros dejamos la puerta abierta a la propuesta. Vamos a ir paso a paso, el proyecto ya está en marcha, vamos a buscar a alguien que lo pueda acometer y si no, las instituciones acometeremos la parte que nos corresponde".
Tan solo un mes después, el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, entró en más detalle que el exatleta, pero siguió su misma línea con sus declaraciones: "La ampliación de las gradas irán con un anillo superior. Se modernizarán las instalaciones para los medios de comunicación. Los datos sobre los costes son de 120-130 millones de euros, aproximadamente. Una vez que salga el concurso dependerá de la calidad de los materiales, de que suban los precios... Si se mete el hotel y demás equipamiento que hemos hablado se puede llegar a los 200 millones de euros de inversión. Las instituciones asumimos un tercio cada una y por eso queremos buscar ese partner a raíz de los valores añadidos que le podamos dar a aquella zona para que contribuyan a bajar nuestra aportación". Sin embargo, durante ese mismo mes, Cristóbal Ortega, uno de los máximos responsables de la Diputación, parecía convencido también, pero algo más cauteloso que el resto: "Hay que valorarlo todo porque es un dinero importante. Se está trabajando para que La Rosaleda sea sede del Mundial. La remodelación se va a hacer porque tiene lo que se exige".
Fue Juanma Moreno, ya en abril de 2024, quien instó a tener los pies en el suelo y advertir a navegantes de que esto era un proyecto de equipo y que si fallaba una pata, se caía todo: “En principio la Junta colaborará si es sede del Mundial. También tendrán que colaborar otras instituciones, Ayuntamiento, Diputación y por supuesto el Estado. Al final a través del CSD, si finalmente somos sede del Mundial tenemos que hacer un esfuerzo todos en mejorar las infraestructuras, las deportivas y las de la ciudad, para acoger un evento deportivo de esa naturaleza". Mientras tanto, el primer edil malagueño seguía con un gran trabajo faraónico: "Estamos trabajando en ello, se están culminando los estudios para saber el costo total, de la parte de ampliación, de aforo, del campo y de los aparcamientos. Pero también se están haciendo estudios paralelos que, además de ese objetivo deportivo, plantean una operación para que se pueda convertir, a la escala de Málaga, en algo que pudiera acoger acontecimientos culturales. Esta vertiente sería más costosa y más compleja".
La dinámica persistió con el paso del tiempo y el propio Francisco de la Torre seguía con su idea de un estadio por todo lo alto: ''En caso de inversión pública, será un poco más reducida porque buscarían hacer, no solamente un estadio en sus necesidades deportivas, sino también para otros fines culturales, musicales, que obliguen a tener quizás algo más de capacidad, que para mí es un estímulo. Si en vez de hacer 45.000 tiene que hacer 50.000 o 75.000 localidades, por esas otras razones, mejor que mejor''.
Con el paso de los meses, la idea no desaparecía de la cabeza del burgomaestre, pero ya dejaba ver la dificultad de llevarla a cabo sin ayuda adicional: "Ya tenemos contratado a un consulting especialista en estos temas para ir estudiando la posibilidad de que el estadio de La Rosaleda, con las instalaciones e inversiones adecuadas, pudiera ser interesante para iniciativa privada, para que, siempre con el fútbol como gran protagonista, tener otras actividades también, sean congresos, sean culturales, sean musicales... Y tengan su posibilidad de sostenibilidad para evitar la inversión nuestra. Pero, caso de que no sea así, estamos mentalizados en hacer una inversión, que será de 230 millones o ese orden. Esos estudios están también avanzando en paralelo para las tres administraciones, Ayuntamiento, Diputación y Junta, para poder abordarlo en tiempo de que esté para, efectivamente, en el año 29, víspera del Mundial del año 2030, estar listos".
Ya en noviembre de 2024, fue cuando comenzó a hablarse de no cumplir los tiempos para el Mundial 2030, pero solo en caso de una mudanza a otra ubicación: “Nosotros si planteasemos una nueva ubicación, pues la FIFA no lo iba a ver, porque habría que hacer muchas cosas y no se cumplirían los tiempos para el Mundial de 2030. Hay que plantearlo para que lo pueda usar el Málaga CF en Primera División y en Champions League”.
Carolina España, como representante de la Junta de Andalucía, no se quedó ni corta, ni perezosa a la hora de asegurar que Málaga iba a acoger el torneo de selecciones más importante del mundo: "El Gobierno andaluz, junto con el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación estamos convencidos de que Málaga será definitivamente sede del Mundial 2030. Vamos a cumplir con nuestro compromiso de la remodelación de La Rosaleda y desde luego no vamos a parar hasta conseguirlo".
Al arrancar enero de 2025, Javier Tebas, máximo mandatario de LaLiga, ya dejaba claro que iba a ayuar a los equipos con sus estadios en obras, mientras que no se cortaba en dejar caer la opción elegida en Zaragoza: "Vamos a ver, nosotros en todo lo que sea reformar estadios, no ponemos ningún problema. De hecho, en Zaragoza, que vamos a poner como un tema similar aquí, a partir de la temporada que viene va a jugar un estadio modular de 22.000 personas con gradas portativas, pero bueno, con toda la seguridad y todo, porque hoy en día estas empresas que hacen estos estadios o estos lugares para eventos deportivos tienen mucha experiencia allá y son de muchísima seguridad. De hecho, todos los grandes premios de Fórmula 1, de motos o muchos másteres de tenis son proyectos portátiles y ningún problema".
Francisco de la Torre ya comenzó a hacer alusión a la necesidad de conocer esos detalles que pare que materializados en una rotonda provocaron a posteriori el giro de guion definitivo: ''Los cálculos que tenemos es que si da tiempo. Espero que en muy pocas semanas estén todos los detalles del proyecto definitivo y podamos hacer la rueda de prensa que prometimos''.
Patricia del Pozo, consejera de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, volvió a hacer hincapié en febrero de este año una vez más en la necesidad de inversión privada, algo que nunca llegó: “Actualmente, se están estudiando los mecanismos adecuados para que las administraciones propietarias del estadio de La Rosaleda afrontemos la reforma y, también, establecer posibilidad de que entre capital privado en el proyecto. Como saben, la inversión es elevadísima. Supera los 200 millones de euros”.
Francisco Salado, ya en el mes de marzo de 2025, comenzó a hacer frente a las preguntas sobre el evidente retraso existente en las fases del proceso para poder llegar a tiempo, pero intentó calmar las aguas: "No hay fecha todavía. Estamos con el convenio en el último tramo, donde sobre todo la asesoría jurídica de la Junta está limando los últimos trazos del convenio. Así que espero que pronto podamos daros la noticia de la firma de ese acuerdo y que eso va a facilitar ya la licitación de proyecto y obra, para agilizar más los plazos de comienzo de las obras de La Rosaleda".
Hace tan solo tres meses, Borja Vivas fue el que tuvo que salir a dar la cara y dejar claro que la intención de ser sede del Mundial 2030 era firme: "Como lo tengo tan interiorizado y lo he visto tantas veces pues al final no me sorprende, pero bueno, es una cifra muy importante y son las que se han venido hablando. Han ido variando pues es un proyecto vivo y que entiendo que hasta que no se presente pues tampoco sabremos las cifras exactas. Seguimos avanzando. Yo el mensaje que sí quiero dar, porque me lo preguntáis mucho, de si vamos a seguir o no, es que Málaga es sede del Mundial 2030. No paramos de trabajar en ello y no hay mayor horizonte, aun con todo el ruido que pueda haber alrededor, que no va con nosotros. Intentamos no desviarnos y seguimos, esto es un proceso muy largo".
A inicios del mes de junio, Francisco de la Torre volvió a pedir calma e incluso ahondó sobre el cronograma de las obras: "Estamos en la recta final, en los últimos días, para cerrar el cronograma de las obras. Yo lo he planteado con mucha claridad y mis compañeros institucionales lo entienden también: que tengamos las ideas claras de que cumplimos los plazos".
Sin embargo, no fue hasta el 4 de julio cuando saltó todo por los aires. "La capacidad estimada total será de unos 12.500 espectadores, incluido el graderío existente (la grada fija ya construida tiene unos 7.000) tal y como se ha trasladado al Málaga CF", deslizó Borja Vivas en la Junta de Gobierno del consistorio.
A raíz de estas declaraciones, ya se creó todo el movimiento social posterior que dejó claro que no iban a aceptarlo, porque el Málaga CF correría un serio riesgo de desaparición por los perjuicios económicos derivados de dos años en el estadio de atletismo en esas condiciones. Y así lo expresó el burgomaestre en rueda de prensa el 12 de julio: "Es un día malo. Esto explotó cuando salió la noticia del aforo de 12.500 en el Ciudad de Málaga, cuando lo previsto eran unos 25.000 y la bajada creó inquietud. Todo vino motivado para agilizar plazos y cumplir con el Mundial. Después de todo este encuentro, creemos que lo sensato es renunciar a la candidatura del Mundial 2030, porque supone un riesgo para el club y para la afición y no merece la pena continuar. Lo que hicimos fue intentar adelantar lo que había que hacer, remodelar el estadio, pero si crea todos estos problemas y si hay que elegir entre el Mundial y el club, pues elegimos al club y a su afición".
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