La imagen de la familia unida antes del Nàstic-Málaga

El Málaga es una familia. No sólo los jugadores, que forman una piña como hacía años que no se veía en Martiricos. También el cuerpo técnico y el resto del staff (médico, fisios, utilleros...). Y la última de las imágenes de la temporada en La Rosaleda lo ejemplifica. Posaron juntos todos tras la sesión final antes de afrontar el partido más importante de la historia reciente de la entidad. En Tarragona, ante el Nàstic, espera la gloria, pero pase lo que pase, el equipo ha sido ejemplar.

Sobre el verde malagueño los de Sergio Pellicer realizaron el último entrenamiento de la temporada. "Moussa ha realizado trabajo específico por unas molestias en el tobillo derecho, mientras que David Larrubia ha vuelto a ejercitarse al mismo ritmo que sus compañeros. Ramón y Haitam continúan al margen inmersos en sus respectivos procesos de recuperación. Andrés Céspedes, Murillo, Izan Merino, Aaron Ochoa y Antoñito Cordero completaron la sesión de trabajo con el resto de la plantilla", decía el parte del club.

Pellicer y sus jugadores

"Moussa creo que no va a llegar. David sí. A principio de semana lo cuidamos porque tenía una sobrecarga y por eso también lo tuvimos que guardar el otro día por el plan de partido. Y Ramón y Haitam. Ha sido una semana en la que después de las emociones vividas necesitas un par de días de recuperación, y ahora el tema de las cargas físicas son más justas. Mucho más específico todo, vídeos, pequeños detalles. Hoy trabajamos también por grupos, incidiendo en ciertos aspectos del juego en los que pensamos que podemos dar un pasito más hacia delante. Mañana último entrenamiento y ya preparados y con una energía brutal para dar ese último paso", avisaba el sábado el entrenador en su rueda de prensa.

Le preguntaron al técnico si dormía bien: “Intento que los jugadores descansen, por eso los llevamos de concentración. Después del partido y el siguiente dormí muy poco. Pero después he dormido muy bien. Y antes del partido dormiré bien. Vamos a dar nuestra última gota de sangre, de sudor, por toda la gente que está detrás y por lo que hemos vivido… ese brillo… me emociono, pero tranquilidad. Preparados para sufrir y para disfrutar. Ese cultivo debe seguir. Esperemos dar el sábado ese golpe definitivo que sería un estallido de alegría para todo el mundo”.