Málaga CF, entre protestas y ambición

Son semanas un tanto extrañas, una vez consumada la salvación, en el seno del Málaga CF. Sin alicientes deportivos más allá, no es poco, de representar dignamente el escudo y la camiseta y de reinvindicarse quien tenga necesidad, la plantilla se dirige hacia un final de temporada este sábado ante el Burgos en el que no hay drama. Durante el grueso de la temporada se vio lejos, pero hubo un momento entre marzo y abril que el pozo se acercó. Gestionó bien el Málaga, con tres victorias en sus tres últimos partidos en casa, la situación para no pasar apuros.

En medio de constantes informaciones sobre la posibilidad o interés de compra, la realidad es que esa gestión sólo se puede ejecutar en Catar y con la venia del jeque Al-Thani. Sin su firma no hay transacción posible. El juicio aún no se ve en el horizonte. Según a quien se pregunta ve más o menos opciones de que el club cambie de manos. Pero la realidad es que se sigue planificando en los parámetros actuales, los que marca la administración judicial. Por las redes sociales se mueve una protesta para el próximo sábado contra José María Muñoz. Tras cinco años y medio en el cargo, es la cara que marca la realidad actual, con crecimiento orgánico y bastante limitado. Está puesto ahí por la justicia para cuadrar cuentas y hacer cumplir la ley. Pero hay hartazgo externo, se constatará hasta qué grado en el partido de despedida ante el Burgos.

En esa planificación se siguen dando pasos. Se ejecutó la renovación de Dani Sánchez y la ampliación de Izan Merino, seguramente durante la semana se formalice públicamente lo que se anunció ya. Se trabaja en la renovación del centrocampista Rafa, que ya ha tenido cierta regularidad en el tramo final de temporada con el primer equipo tras un gran año en el filial, con el que la idea es que continúe el bloque tras su ascenso a Segunda RFEF. También se han ejecutado varias operaciones en cantera con vistas al curso próximo, con algún regreso desde un club grande a punto de culminar.

La idea de Loren Juarros para el primer equipo es hacer entre seis y ocho cambios de partida, a expensas de la salida de varios jugadores. Pellicer emplazó a una reunión ulterior al encuentro del sábado ante el Burgos para “dejar las cosas claras”, aunque se cuenta con su continuidad, firmada hasta 2026 tras el ascenso del verano anterior. Pero sí hay una sensación generalizada de que hace falta, dentro de este mismo proyecto con la cantera como base, de un paso más, de algo más de inversión para tener un equipo que compita por algo más que por una permanencia holgada la próxima temporada. En las próximas semanas se empezará a ver con algo más de nitidez por dónde va esto. Mientras, impás externo, trabajo interno.