El Málaga CF, ante el temblor de piernas
Momento de medir la personalidad del equipo en un instante crítico que no se adivinaba que llegara, con unas sensaciones que no son horribles pero que sí producen algo de impotencia
Muere la leyenda Bernardi

Con un mullido colchón de puntos sobre la salvación durante casi toda la temporada, incluso con momentos de pensar en algo más, no ha transitado cerca de la línea roja el Málaga CF. Pero ahora sí, está a un partido de distancia. El crédito de los 30 puntos a finales de 2024 se ha evaporado. Son 42 unidades. Valieron 45 en la temporada 2021/22 para mantener la categoría, pero la tendencia infla ahora ese número al alza y pueden ser necesarios los 50 que se suele señalar como frontera. En 2020, el Deportivo bajó con 51, es cierto que en una temporada rara con el covid en el tercio final.
No había existido esa tensión hasta ahora. Las sensaciones del equipo no son horribles. Compite, está en los partidos. Tiene ocasiones, pero la pegada escasea. Y ya no se guarda ese cero en la meta propia que asegura empate. Parece una perogrullada, pero un punto es mejor que cero. Por ejemplo, tres empates en esta secuencia mala de 2025 supondrían tres puntos más de distancia con el hoyo. Cuando se empataba mucho, cualquier victoria tenía efecto multiplicador. Con sólo tres puntos de los últimos 15 y el apretón del Eldense, cada derrota es una daga.
Cuando las piernas tiemblan es el momento de medir la personalidad de este equipo. Un bloque que junto ha vivido muchas situaciones límite, qué decir de aquella noche en Tarragona. Desconcertó un tanto la rueda de prensa previa de Pellicer antes del Córdoba, esa declaración de nostalgia por la marcha de Genaro, un hombre más valorado dentro del vestuario que fuera, o llamar “llorones” a los jugadores cuando se le cuestionaba por si el futuro de algunos no estuviera resuelto podía afectar a la estabilidad del vestuario. Después del partido volvió a una línea más conciliadora y apelando a la unión. ¿Puede haber habido un foco de distracción con la venta del club? Admitió Alfonso Herrero que se habla de ello en el vestuario. Pero ahora muchos jugadores se juegan su futuro. De hecho, algunos sólo renuevan por contrato si el equipo se mantiene.
¿Hay una relación causa-efecto del bajón con el hecho de no fichar, el único equipo de la categoría que no lo hizo, en el mercado invernal? Después de que Castel saliera rana y de que Baturina diera algún ramalazo optimista en diciembre se optó por no fichar a nadie para el ataque después de que se cayeran las opciones que más o menos gustaban, tampoco encandilaban. Se apostó por adelantar los tiempos con Chupete, que la estaba partiendo en el filial. Siempre con esa tendencia conservadora de no gastar y guardar para el futuro de la administración judicial, con el manto de un aplaudido proyecto de cantera que no puede valer para justificar todo, ahora la pregunta es si aquella inversión no realizada puede ser letal para desandar el tortuoso camino.
Las cuentas pasan por ganar al menos tres partidos (o sumar nueve puntos) en los ocho partidos que restan. El asimétrico calendario propicia que haya ahora dos partidos a domicilio (Huesca y Eibar), ante un rival de play off y otro que está en mitad de tabla y puede caer. Ambos en lunes, lo que puede propiciar que el equipo caiga, aunque sea de manera virtual, al descenso. Después, viene el Castellón, metido en el fango, y después el Granada. Visita al Eldense, que marca ahora la frontera; viene el Sporting, otro en el lío; visita al Elche, que puede estar jugándose el ascenso; y final ante el Burgos en La Rosaleda. Es el menú de un tramo final de campaña que no se advertía tan tenso.
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