El Málaga se marchó el viernes de La Rosaleda con una sensación de pudo y no fue. De hecho, los locales manejaron prácticamente todo el encuentro, el Granada salió bien plantado pero falto de profundidad. Sandro y Ontiveros avisaron con sendas ocasiones, el Málaga buscaba la portería con bastante verticalidad. Fue en un buen centro de Rosales donde el gran Camacho adelantara de cabeza. El Málaga pasó por un buen momento y Mikel Villanueva estuvo cerca de hacer el segundo pero se encontró con un guardameta Ochoa pletórico.

El segundo tiempo siguió la misma dinámica. La entrada de Duda dotó al equipo de mayor juego entre líneas y Ontiveros sigue en modo desequlibrante, difícil de parar. Cuando se contaban los minutos para el gol de la tranquilidad, Kravets rompía las reglas y marcaba de cabeza. Al Málaga se le escapaba el partido casi sin tiempo para la reacción, lo intentó metiendo balones al área y muy cerca estuvo de conseguirlo si el árbitro no hubiera señalado fuera de juego.

Pasan las jornadas y mientras el Málaga define su estilo se siguen sumando puntos que aclararan los objetivos por los que luchará el equipo.