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Jonatan Valle, ex del Málaga CF: "Estás en una nube, te crees Dios y sólo tienes 14 años"

  • El cántabro estuvo en la temporada 2006/07 en La Rosaleda a las órdenes de Marcos Alonso y Muñiz

  • Niño prodigo, el programa 'Los Otros' rescata su figura y relata las dificultades de su carrera

Jonatan Valle, en su etapa en el Málaga CF.

Jonatan Valle, en su etapa en el Málaga CF. / Málaga Hoy

El programa Los Otros de Movistar rescató a los protagonistas históricos del Torneo de Brunete, campeonato de categoría alevín que fue lanzadera de grandes estrellas del fútbol español. Por allí pasaron muchos de los campeones del mundo de Sudáfrica (Iniesta, Xavi, Fernando Torres, Cesc Fábregas, Piqué...), pero también otros que no hicieron la carrera que se esperaba cuando deslumbraron. Uno de ellos fue el ex malaguista Jonatan Valle. Niño prodigio en el Racing de Santander, con 14 años ya hizo la pretemporada con el primer equipo. Pero no se acababa de consolidar y vino cedido al Málaga en la temporada 2006/07, aún con 22 años, en su primera experiencia fuera de casa.

En categorías inferiores, Valle (1984) había destacado y formaba parte de una generación recordada, de la edad de Andrés Iniesta y Fernando Torres. Llegó en el primer Málaga que bajó a Segunda, en la reformulación del proyecto, ya con Fernando Sanz de presidente y con Marcos Alonso en el banquillo. Valle jugó 26 partidos y metió un gol aquella temporada, en la que acabó a las órdenes de Juan Ramón López Muñiz. Fue en Castellón (0-1) para la victoria en el último partido de la temporada. Fue un año delicado en lo deportivo, con el fantasma del descenso a Segunda B y una situación económica muy dura pero que se acabó salvando.

En Brunete, Jonatan lució una zurda prodigiosa. "Era una auténtica pasada, le he visto hacer cosas que no le he visto hacer a nadie en mi vida, era una superioridad brutal. Te podrías contar anécdotas de él en partidos que te quedarías loco", decía Sergio Canales, ahora en el Betis y que también jugaría el torneo con el Racing años después. "Veía cosas que, joder, pensabas que igual podemos tener un Diego Maradona español", recordaba Lobo Carrasco, que sería en aquellos años entrenador del Málaga B en Segunda División. "Era un jugador distinto, con una calidad brutal. Era distinto a lo que se veía", le piropeaba Andrés Iniesta. "Era el mejor cuando quería y como quería, un talento absolutamente desbordante. Superior a todos", cerraba Esteban Granero, que destacó con el Madrid y que ahora juega en el Marbella.

En octubre de 2003, Jonatan Valle marcó su primer gol como profesional, cuando tenía 18 años. Fue, precisamente, ante el Málaga, un bonito tanto en un 4-2 en el que el cuadro de Juande Ramos perdía ante el de Lucas Alcaraz. Ponferradina, Castellón, Leganés, Recreativo de Huelva, Lugo y Burgos fueron sus siguientes equipos por Segunda A y B. También tuvo una experiencia en el Rubin de Kazán ruso, al lado de César Navas, con el que coincidió en el Málaga, y acabarían en el Bergantiños

"Pasé de ser un niño de Brunete con 11 años a que te trataran con 13-14 años como un profesional. Este torneo marcó a todo el mundo, es un antes y después. Lo que menos se nos pasaba por la cabeza era ganar ese campeonato pero fuimos creýendolo... Ese campeonato para un niño de esa edad es lo más grande que podías ganar, no había más, no nos dimos cuenta hasta el cabo de los años de lo que hicimos. Para un Racing de Santander, ganar ese torneo...", recordaba Jonatan Valle, que hoy tiene 36 años y ya está retirado de la práctica activa del fútbol.

Pero no todo era color de rosa, recuerda el ex futbolista del Málaga: "Cuando acabó ese torneo tuve ofertas del Madrid, del Barça, del Arsenal, ofertas muy importantes donde ganaba igual 10 veces más de lo que me ofrecía el Racing. 40 millones de las antiguas pesetas más casa. Pero yo vivía con mi madre y quería debutar con el Racing y de ahí no me sacaban. Muy, muy difícil gestionar eso, pero también para la familia. Mi madre estaba en casa e igual llamaban 20 veces de equipos, con ofertas, se ponía nerviosísima y llamaba a mi padre. '¿Qué digo? ¿Qué hago?' Descolgábamos el telefóno cuando empezaba a sonar, mi madre lo pasó muy mal".

"Estaba en la playa con mis amigos y me llamó mi madre y me dijo que fuera para casa cuanto antes mejor porque me iba a Holanda con el primer equipo. Con 14 años, ¿cómo iba a ir para allá? Una semana antes les había estado pidiendo las botas para que nos la regalaran", recuerda Valle sobre su primera experiencia como profesional. Fue aquello increíble. Se partían de risa porque decían 'mira el niñato este que no se calla, con 14 años aquí con nosotros'. Fue una experiencia bonita, pero muy delicada. A día de hoy, de todas las experiencias que tuve jugando al fútbol, me queda que a un chaval de 14 años no le dejas quemar las etapas que debe quemar. Estás en una nube, todo el mundo te pasa la mano y eres maravilloso. Al final te alejas de la realidad de un niño de 14 años".

"Yo jugaba y en el minuto 65 estaba reventado, se me subían los gemelos hasta casi dejar el fútbol, sufría muchísimo a nivel muscular, no podía seguir", lamentaba Valle sobre ese déficit en la formación física que seguramente supuso el pase tan temprano al profesionalismo: "No haces caso porque estás en una nube y te crees Dios. He hecho lo que he querido, me ha dado igual lo que después podía suponer y eso lo he llevado casi hasta el final de mi carrera, me ha hecho daño y me ha repercutido. Es mentira que fuera juerguista, lo que pasa es que si me apetecía salir lo hacía, me daba igual si me veían o no. Otros compañeros salían el triple, pero yo no me escondia y me la comía, también por tonto. La gente que me conoce de verdad sabe que soy muy casero. En vez de tirarme cuatro o cinco temporadas en Primera, haber estado de 10. Mucho ha sido por mi mala cabeza y eso lo asumo. He tenido un 65% de culpa y un 35% han sido factores externos. He tenido racha de estar depresivo y tener problemas emocionales debido a la presión. He llegado a estar en Primera y decir 'joder, me gustaría dejar el fútbol, levantarme por la mañana y ojalá no tuviera el fútbol'. Yo quería llevar la vida que llevaba mi amigo, una vida tranquila. 'Yo no puedo', pensaba. Y era muy duro porque era mi vida desde pequeño. Sí que tuve momentos en los que sufrí jugando al fútbol".

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