La portería es una de las zonas en las que el Málaga no ha acabado de reforzarse. Se fichó a Dani Barrio desde el Numancia una vez se consumó la salida de Munir, pero se espera otra pieza más. El meta gijonés no ha dejado buenas sensaciones en la pretemporada y en el primer partido, aunque se le da un periodo de adaptación. 

El elegido era el meta valenciano Cristian Rivero, por el que ya había un acuerdo cerrado con el Valencia. Rivero, que la temporada pasada destacó en el filial de Segunda B, ha realizado la pretemporada a las órdenes del ex malaguista Javi Gracia. El jugador tiene un sueldo superior a los 200.000 euros en el Valencia que el Málaga asumía en parte para incorporarle, el resto corría de cuenta del club ché, interesado en que un meta prometedor se fogueara en una categoría superior. Así estaba acordado, pero siempre hay imponderables y la operación está ahora misma congelada. En este caso, la lesión del guardameta titular del Valencia, Jasper Cillessen. Estará de baja más de un mes y Rivero ya fue el portero suplente en el primer partido de Liga ante el Levante (el titular fue, Jaume Domenech, que jugara en El Palo años atrás).

El medio valenciano Plaza Deportiva informaba de que la operación está rota porque la baja de Cillessen se prolongará más allá del 5 de octubre y Gracia no quiere quedarse con sólo un portero profesional en sus filas. De hecho, el holandés estaba en el mercado y, de producirse su venta, el Valencia manejaba algún sustituto, pero la coyuntura lo frena. Es un momento de marejada importante institucional, con el navarro lamentando públicamente la política de fichajes de un club en el que sus propietarios han decidido dejar de invertir y recuperar dividendos.

Así, el club blanquiazul, sin perder de ojo si hay un cambio de situación, explora otras vías para reforzar una portería en la que el canterano Gonzalo Crettaz, como ya sucediera la temporada pasada, está partiendo como meta suplente. Entonces se alternaba con Kellyan García, ahora cedido en el Ibiza.