Fútbol

Esto pinta mal

  • Del partido sale señalado Javi Gracia. Los resultados preocupan más que el lío en el club.

Incapaz de ganar. El equipo no fue capaz de controlar las alegrías y trabas que le puso el partido, del que sale señalado Javi Gracia, al que se le critican una serie de cambios o planteamientos que provocaron el derrumbe final. Sinceramente, parece algo ventajista esa actitud, aunque en el fútbol valoramos después de lo que pasa, y además debe ser así.

El Málaga tenía señalado el partido contra el Granada en rojo y más después de la presión de verse al final de la tabla. Con el mismo sistema y pocos cambios se jugó; volvía el doble pivote Recio-Tissone y Torres entraba en detrimento de Boka, marcado por su última actuación. Si algo queda claro en el míster es que tiene una idea y va a ser constante a pesar de resultados y críticas.

No pasó gran cosa en el primer acto, pocas ocasiones y un ritmo cansino donde solo Charles estaba contagiado de actividad. De hecho, tuvo que ser el atacante malaguista el que adelantara al equipo tras un buen balón de Torres.

Tras el descanso, el partido podría parecer controlado sobre todo por la poca respuesta que propusieron los de Granada y el resultado a favor. Sin embargo, hay una jugada que marca el devenir del encuentro, una falta de Tissone, que siempre va al limite a pesar de estar amonestado, y dejó al equipo con uno menos durante casi un tiempo. Gracia reaccionó e introdujo a Pablo. Fue el canterano el que por empuje consiguió de media tijera el 2-0 tras rechace del portero. Pablo sustituía a Duda buscando reforzar la línea de medios.

El Granada se adueñó del balón y el Málaga jugaba al contragolpe. A punto estuvo de sentenciar en alguna jugada aislada. Sin embargo, uno de las pocas jugadas de peligro metió al Granada. Fue El Arabi de cabeza en típica jugada de centro y remate. No sólo introdujo al Granada en el partido, sino que la tensión y presión se apoderó de los malaguistas, que cometieron los mismos errores que en el primer gol. En los goles no sólo no se encimó lo suficiente en banda para que no hicieran buenos envíos, sino que no hubo dominio del área ni del espacio. En una de esas bandas estaba Torres, que da más equilibrio. Pese al centro en el 1-0 no aporta gran cosa en ataque. Defensivamente ganas marcaje, concepto táctico defensivo y acciones de robo, pero en cambio pierdes profundidad y sorpresa. El lío institucional no lo piensa el jugador cuando está en el campo, pero en el día a día esa incertidumbre va mermando. Aunque a día de hoy no me cabe duda de que el principal problema para ellos son los resultados. Sinceramente, esto pinta mal. 

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