Pintadas en La Rosaleda contra José María Muñoz, Loren Juarros o Kike Pérez

El clima de hartazgo que se respira desde hace semanas en el entorno del Málaga CF ha terminado por manifestarse de forma visible alrededor de La Rosaleda. En distintos puntos del perímetro del estadio, especialmente en el lateral que da al cauce del Guadalmedina y en el muro frontal del Anexo, han aparecido nuevas pintadas que reflejan el profundo malestar de una parte de la afición malaguista. Ese muro, donde el club pintó en su momento el mensaje “Gracias afición” para tapar protestas anteriores, vuelve a ser el escenario elegido para mostrar el enfado.

Los señalados son los principales dirigentes del club, es decir, José María Muñoz, administrador judicial del Málaga, Kike Pérez, director general, y Loren Juarros, director deportivo. A ellos se suma también la jueza María de los Ángeles Ruiz, responsable del proceso judicial del ‘Caso Al-Thani’. Todo esto ocurre en un contexto marcado por los malos resultados y por el reciente relevo en el banquillo, donde Pellicer ha sido sustituido por Funes, técnico del filial, que este domingo debutará al frente del primer equipo en La Rosaleda. La decisión ha provocado una fuerte reacción entre los aficionados, hasta el punto de que han modificado una pintada previa del club: han tachado “proyecto de cantera” para escribir “parches para tapar vergüenzas”, dejando clara su postura sobre el cambio.

Los mensajes aparecidos en las paredes son especialmente duros. Entre las pintadas pueden leerse frases como “saldréis por lo civil o lo criminal”, “sois los siguientes”, “el palco os queda grande” o “club sin rumbo al mando de inútiles”, todas destinadas a los tres dirigentes mencionados. Sobre José María Muñoz existe incluso una pintada más agresiva en la que lo llaman “ladrón”, mientras que hacia la jueza escriben “secuestra al Málaga”, en referencia directa a la administración judicial.

La Rosaleda no vivía una ola de pintadas de tal magnitud desde septiembre de 2022, cuando Pablo Guede era el entrenador y Manolo Gaspar el director deportivo. Aquel curso, que acabó con el descenso del equipo, estuvo marcado por una auténtica guerra de mensajes que el club trató de silenciar con los lemas “Gracias afición” y “memoria, compromiso y fe”. Ahora, esos mismos muros vuelven a ser el altavoz del descontento de una parte del malaguismo.