El próximo partido oficial del Málaga ya será en 2022. A expensas de cómo evolucione la pandemia, el 3 de enero en Alcorcón. Se abre el mercado. El Málaga espera el plácet de la FIFA para formalizar fichajes una vez abone la deuda con Cenk Gönen que propició la sanción de tres ventanas consecutivas sin poder reforzarse. Desde la entidad malaguista se insiste en que, una vez se abone la cantidad pendiente, automáticamente se levanta la sanción, no hay que esperar a una posterior decisión del organismo que rige el fútbol mundial. Como publicó este periódico, el abono de una deuda pendiente del Real Murcia más un adelanto proporcional de los derechos televisivos de enero y febrero permitirá al Málaga reunir casi un millón de euros para solventar el compromiso con el meta turco, una operación ruinosa de las muchas que se hicieron en aquel periodo de decrepitud que acabó propiciando el descenso.

Se buscan refuerzos para inscribir una vez se levante esa sanción. Y la prioridad que tiene el Málaga es el centro del campo, un jugador creativo que genere desequilibrio para hacer llegar balones a los puntas. Han ido cayendo jugadores lesionados (Luis Muñoz, Jozabed, Ramón, Paulino...) que han ido mermando la capacidad ofensiva, en la creación y en el penúltimo pase. La pareja Genaro-Escassi tiene sus virtudes, ambos han marcado algún gol llegando, pero es más destructora que constructora.

En suma, se busca un jugón, un hombre de calidad que pueda engrasar y aumentar el caudal de juego que llega a los delanteros, que ha ido descendiendo conforme pasaban los partidos y se iban perdiendo efectivos. Es la prioridad en el mercado una vez haya luz verde para inscribir jugadores.

El Málaga era uno de los equipos que más tiraba a puerta, aunque con efectividad baja en comparación al resto. Ha ido bajando en esa estadística y ha ido perdiendo llegada en este tramo de los últimos cinco partidos, con la eliminación copera y el uno de 12 puntos posibles que se ha cosechado en la Liga.

Viene una semana de descanso importante para cambiar la dinámica mental negativa en la que estaba inmerso el equipo y también para recuperar piernas y pulmones, con las bajas el equipo estaba muy justo físicamente y ha penado bastante. El partido de Alcorcón es clave para templar ánimos antes de la visita del Sporting a La Rosaleda el 9 de enero, próximo partido en casa. Se intenta que para ese día estén los máximos refuerzos posibles. Hay dinero, no mucho, para hacerlos, toca acertar.