La apuesta por Juande Ramos no garantizaba ganar con frecuencia los partidos. Pero sí cuestiones como la actual, que el entrenador no esté nervioso por la situación clasificatoria y el juego y eso pueda condicionar su trabajo. Son muchos tiros los que lleva encima el de Pedro Muñoz, así que no va a perder los estribos a punto de afrontar la séptima jornada. Llega un Athletic enrachado. Y qué, piensa un Juande enfocado absolutamente en que los suyos derramen el talento que poseen.

Optimismo es lo que destilaba el técnico blanquiazul al comparecer un día antes del choque. "Estoy confiado porque veo trabajar a los jugadores durante la semana y eso me da tranquilidad. Ha sido una semana larga desde el último partido, que fue en viernes, que ha servido para hacer mucho volumen de trabajo y la gente lo ha asimilado bien. Eso me da mucha tranquilidad, la gente se esfuerza, trabaja, cumple con lo que se le manda y espero que se note la mejoría", insistió Juande Ramos.

Eso no obsta para que el entrenador sea consciente de que van urgiendo los puntos e ir abandonando esa dinámica derrotista. Enlazar buenos resultados es clave para que haya una distensión entre los jugadores y se arranquen a hacer mejor fútbol, que como consecuencia traería también mejores marcadores. Evitar que la pescadilla se muerda la cola es el único objetivo esta tarde. "Desde el punto de vista clasificatorio y de puntos es vital conseguir la victoria, los tres puntos. Primero porque nos iba a llevar a una situación en la clasificación mucho más cómoda y tranquila, y segundo, por el tiempo que va a pasar hasta competir de nuevo", compartió Juande, quien entiende que acudir al parón sin otro triunfo, aún en la zona más baja de la clasificación, no ayudaría a limpiar la mente de los suyos: "En dos semanas la cabeza va muy deprisa y se piensan muchas cosas. Ganar sería fundamental para la tranquilidad del equipo y la evolución futura".

Poco le importa el entrenador malaguista el estado de forma en que venga el Athletic. Por un lado, pone sobre la mesa un gran momento, cuatro victorias ligueras consecutivas y una quinta sumando la última de Europa League; por otro, un cansancio acumulado del apretado calendario que han tenido estos días. Contra la mejor o la peor versión de los vascos, Juande sólo piensa en el botín final. "Conseguir una victoria en Primera es difícil para todos los equipos y ahora tenemos que intentar que nos toque a nosotros porque estamos siempre cerca pero al final no cae de nuestro lado", aseguró.