Con el pantalón del chándal puesto, con las manos en los bolsillos, taciturno y sin sentirse protagonista, Isco Alarcón veía cómo sus compañeros celebraban sobre el césped del King Fahd Stadium de Riad (Arabia Saudí) la Supercopa de España conseguida por el Real Madrid después de derrotar por 2-0 al Athletic de Bilbao. Fuera de los planes de Carlo Ancelotti, apenas ha jugado 195 minutos repartidos en 10 partidos, durante la presente temporada, el del Arroyo de la Miel apura sus últimos meses como jugador del Real Madrid, antes de salir al mercado para encontrar club. 

Son momentos bajos en la carrera de Isco, que en mayo cumplirá 30 años. Su último momento momento de cierto brillo fueron los meses previos a la pandemia, cuando parecía haber recuperado el favor de Zidane y juega varios partidos importantes como titular, como la ida de la eliminatoria de Champions con el City. Ya había bajado su relevancia en el juego previamente. Fuera de la selección, con problemas con Solari y sin sintonizar con Zidane como lo hacía en su primera etapa, la luz y la alegría de la carrera de Isco se ha ido apagando y tampoco con Ancelotti, su primer entrenador en el Madrid. Protagonizaba anuncios, era un jugador muy querido por el Bernabéu y en toda España y su duende tenía muchos adeptos. Su valor de mercado, según Transfermarkt, en noviembre de 2018 era de 90 millones de euros. Tres años y medio después, es un 10%, 9 millones de euros.

Quizá no lo supiera, pero en Riad Isco Alarcón se convertía en el futbolista malagueño más laureado de la historia, con el título número 18 de su carrera profesional, 17 con el Real Madrid más un Europeo sub 21, su último torneo como jugador del Málaga, en el que una exhibición para el recuerdo llevó al título a España en Israel. Con el club blanco sumó 2 Ligas, 1 Copa del Rey, 4 Champions, 4 Mundiales de clubes, 3 Supercopas de Europa y 3 Supercopas de España, la de Arabia incluida. 

Supera de esta forma a Fernando Ruiz Hierro, que también con el club blanco acumuló 5 Ligas, 1 Copa del Rey, 4 Supercopas de España, 3 Champions, 2 Intercontinentales y 1 Supercopa de Europa más 1 Copa del Emir de Catar cuando jugaba en el Al Rayyan del páis asiático, ya en el crepúsculo de su carrera. Son 17 títulos del malagueño que más veces vistió la camiseta de la selección española y que participó en cuatro mundiales. Después viene Juan Gómez Juanito, con cinco Ligas, dos Copas del Rey y dos Copas de la UEFA también con el club blanco. Isco, Hierro y Juanito conforman el podio de jugadores malagueños que más dimensión alcanzaron.

La carrera de Isco, tras ocho años en el Madrid, entrará en una nueva dimensión ahora. Se fue de Málaga con 21 años tras dos temporadas increíbles, con el cénit de la Champions en el mejor equipo de la historia de la ciudad. Con el Golden Boy y con unas perspectivas de ser un figurón mundial. Ha participado en cuatro finales de Champions, titular en dos de ellas, ha jugado un Mundial y ha sido un futbolista tremendo. Pero sus tres últimos años dejan un regusto amargo sobre su carrera, justo cuando llegan los mejores años de un jugador. Aún puede sumar algún título más con el Madrid, pero su reto será demostrar a partir de julio que aún tiene fútbol en sus botas.