Nunca segundas partes fueron buenas... y menos para este Málaga CF

“Nunca segundas partes fueron buenas”, recoge el refranero español. El Málaga CF tiene un gran problema que le está lastrando en esta primera vuelta y es que el equipo no aguanta el ritmo en las segundas partes de los encuentros. Los pupilos de Sergio Pellicer, generalmente, juegan mejor en los primeros 45 minutos en detrimento de los finales, que suelen prevalecer los intentos de sus adversarios.

Buena prueba de ello es que, diviendo el partido en seis intervalos de 15 minutos y uno adicional por el descuento, los blanquiazules solo salen favorecidos este curso en los primeros y en los anteriores al descanso. Es decir, del uno al 15 y del 30 al 45. En los demás, sus adversarios les anotan más goles de los que ellos hacen.

Además, del cómuto de goles recibidos por los blanquiazules, solamente el 30% los encaja en la primera mitad, mientras que el 70% de tantos restantes fueron después del descanso, así que hay algo grave en la incapacidad de mantener el rendimiento de forma prolongada.

De hecho, ampliando la vista, lo normal es que haya más goles en los últimos 45 minutos del partido en detrimento de los primeros, pero eso no excusa los datos de los andaluces, pues no hace más que demostrar que está una marcha por detrás de sus adversarios en esta Segunda División a la hora de decidir los encuentros.

Cuanto mayor es el contexto más se puede valorar todo, por eso, hay que ver el montante de la diferencia, que es positivo por un gol en la primera parte, mientras que esnegativo por cinco dianas en la segunda mitad. Es decir, ha anotado un gol más de lo encajado en la primera y recibe cinco más de lo marcado en la segunda mitad.

De esta manera, el Málaga CF debe de buscar la fórmula para mantener el rendimiento de la primera mitad durante los 90 minutos del encuentro para poder optar a mejorar su situación actual en la tabla clasificatoria, que ha entrado ya en terreno peligroso, aunque de forma muy temprana y con tiempo para poder enmendar los errores.