Darío Silva y Joaquín Peiró

"Que sepa que me debe una, que sé que también salió esta semana”

  • La relación paternal entre Darío Silva y Peiró, reflejo icónico de una época feliz en el malaguismo que reflota con el fallecimiento de Don Joaquín

Joaquín Peiró y Darío Silva.

Joaquín Peiró y Darío Silva.

De aquella etapa de Joaquín Peiró, fallecido este miércoles en Madrid, al frente del Málaga quedaron muchas anécdotas, pero se llevó la mayor parte Darío Silva. No era un jugador fácil de llevar, pero forjaron una relación de cariño mutuo que se extendió en el tiempo. "Joaquín Peiró es quien le entendió, le supo llevar", afirmaba Gonzalo de los Santos, miembro de aquel legendario equipo del cambio de siglo.

“Me dio una gran pena su accidente, fue una mala suerte", decía Peiró en una entrevista en este periódico poco después de la colisión en automóvil en Uruguay que dejó muy tocada una pierna al delantero: "Hablé con él pocos días después, se emocionó y me emocionó a mí. Acabamos los dos llorando. En ese momento hubiera cogido un avión para darle un abrazo. Era una persona muy difícil, todos sabíamos cómo era, pero nos respetábamos mutuamente. Antes de salir al campo yo le decía: 'Que sepa que me debe una, que sé que también salió esta semana”.. Así recordaba de manera divertida Joaquín Peiró cómo llevaba las riendas con mano izquierda con el jugador uruguayo, que él mismo se conocía díscolo.

"A mí nunca me decía nada. Me decía 'Yo quiero ganar, vos haz lo que quieras, yo quiero ganar'. Y se reía", recordaba Darío sobre cómo era su relación: "A mí me decía Peiró, qué cariño le tenía al mister, que me fuera al vestuario, que no tirara más faltas que nos íbamos a lesionar. Yo le decía, ‘Mister, si me voy a casa voy a dormir, este es mi trabajo’. 

Recientemente rememoraba Darío Silva una anécdota con Peiró de protagonista antes de jugar un partido con el Sevilla. "Iba a ser suplente ese día y me dije 'Voy a tener que salir a dar una vuelta'. Fuimos cerca a tomar una copa. Regresé temprano porque estaba el sol, era las siete de la mañana (risas). Voy a subir, pongo la llave y veo al doctor. Sigo abriendo, miro y veo a Dely, mi compañero de habitación, con una venda a la cabeza. '¿Qué te pasó?' 'Estuve toda la noche con fiebre. Vos no estabas, vino el mister...'. 'No me puede pasar esto', me decía. Veía que Peiró me iba a llamar y meter para dentro. Entonces, intenté ocultarme. Salimos al paseo marítimo. 'No te vas a escapar, vas a jugar vos. Esto es un clásico', me decía el mister. 'Usted sabe que yo salí anoche', le dije. Pero le encajé dos goles y le ganamos al Sevilla, lo dejamos fuera de la UEFA y la gente estaba loca", reía el charrúa.

Una relación casi paternal la que hubo entre Peiró y Darío, que le mandaba un bonito recuerdo este miércoles a través de las redes. "Mister, nos encontraremos en otro campo. Sólo te digo que gracias. Cuando nos volvamos a encontrar, quiero estar en tu equipo", era el emotivo mensaje del charrúa.

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