El lamento por la derrota no queda ahí. La finalísima de Vitoria habrá que afrontarla con más problemas: las ausencias de Rosales y Adrián. Ambos estaban apercibidos de sanción, aunque solo fue el venezolano quien vio la amarilla; el madrileño cayó lesionado en la primera mitad y, para colmo, fue expulsado por protestar cuando estaba en el banquillo durante la segunda mitad.

Míchel tendrá que reinventar dos posiciones que tiene cogidas con alfileres y con futbolistas en los que tiene mucha fe. La faena con Adrián es doble, ya que a su vuelta de la lesión volverá a jugar apercibido. El árbitro lo echó por "protestar con los brazos en alto una decisión mía, de forma ostensible, estando en el banquillo habiendo sido sustituido previamente.