El portavoz del equipo de gobierno de Marbella, Félix Romero, lamentó ayer que la Junta de Andalucía haya decidido finalmente vender mediante subasta el antiguo local de Urbanismo, ubicado en la céntrica avenida de Ricardo Soriano, donde el entonces ex coordinador del área y cerebro de la trama Malaya, Juan Antonio Roca, negoció los múltiples convenios que posteriormente serían investigados por los tribunales, en lugar de destinarlo a equipamiento público. La Junta, como adelantó Sur, rechaza así la petición del pleno del pasado mes de marzo en el que se aprobó que se destinara este edificio a subsanar la falta de infraestructuras públicas en el municipio y, preferentemente, lo convirtiera en un nuevo centro de salud. Con esta propuesta, el municipio quería poner fin a la carencia de ambulatorios en la localidad, cuya ratio supera con creces el número de centros por habitantes, destinando para este fin un edificio que lleva años en desuso, sumándose a los ya existentes de Leganitos y Las Albarizas.

La alcaldesa marbellí, Ángeles Muñoz, recordó entonces en el pleno que se trata un edificio que se cedió al Gobierno autonómico como parte del pago del anticipo reintegrable y que sigue cerrado en la actualidad desde hace al menos siete años. En concreto, el Ayuntamiento marbellí se lo entregó en el año 2011 para descontar al menos 4,7 millones de euros de los más de cien millones de euros que la administración andaluza le prestó. En este sentido, la moción, aprobada por unanimidad todos los grupos políticos, instaba a la Consejería de Hacienda a que con urgencia iniciara los trámites para que los locales que llevan cerrados desde entonces pudieran abrir sus puertas "cuanto antes". "Esta decisión del Gobierno andaluz pone de manifiesto que Marbella vuelve a ser abandonada por la Junta cuando tenían una oportunidad de oro para apostar por la ciudad, a través de un inmueble que no les costaba un euro", criticó Romero.

El inmueble cuenta con dos locales comerciales de más de mil metros cuadrados cada uno, un sótano de similares dimensiones y hasta cinco plazas de garaje. Sin embargo, según el Gobierno regional la falta de adecuación de estos espacios impide su utilización para usos administrativos, a pesar de que estos ya se usaron como sede de la delegación de Urbanismo. Tras desocupar el inmueble, las oficinas pasaron al antiguo edificio de Correos, en la confluencia entre las calles Notario Luis Oliver y Alonso de Bazán.

"Es absolutamente indignante que Marbella, un municipio que aporta no menos de 350 millones de euros al año a las arcas de la Junta de Andalucía, sea un municipio absolutamente abandonado en inversiones por parte del Gobierno andaluz", agregó el edil, al tiempo que lamentó que la Junta de Andalucía haya decido vender el inmueble "con la necesidad de inversiones que tiene la sociedad, donde tenemos, por ejemplo, una carencia imperante en centros de salud, superamos la ratio establecida de un ambulatorio por cada 20.000 habitantes, por lo que nos harían falta tres". No es la primera vez que la Junta de Andalucía trata de vender este edificio. Ya lo intentó subastar por primera vez en el año 2012, cuando este quedó sin uso, pero la puja quedó finalmente desierta.