La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, anunció ayer una bajada de impuestos y más ingresos en los presupuestos del próximo año. Así lo aseguró durante su intervención en el pleno extraordinario sobre el estado de la ciudad, en la que destacó la gestión realizada durante los últimos diez meses de gobierno, después de recuperar la alcaldía tras la moción de censura. Esta medida supondría una nueva bajada del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y la revisión de las diversas tasas municipales, una merma en los ingresos que se vería recompensada con ayudas económicas procedentes de fondos europeos Edusi (15 millones de euros) y de la Fundación Incyde (10 millones).

Al mismo tiempo, la regidora hizo alusión al compromiso alcanzado meses atrás con el Gobierno Central para que los edificios y fincas embargadas por procedimientos judiciales que tengan que ver con los casos de corrupción pasen a incorporarse al patrimonio de la ciudad, así como que las arcas municipales recuperen las multas por corrupción. En materia de urbanismo, apuntó que durante este año se licitará el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) tras la anulación del plan de 2010 y se va a reducir el plazo de concesión de licencias para situarla en cuatro meses. Entre otras medidas, anunció un plan de aparcamientos y la licitación del transporte público, una piscina olímpica o la recuperación del Trapiche del Prado. "Somos conscientes de que queda mucho por hacer. Marbella es una ciudad que necesitaba cambiar de rumbo con un compromiso mucho más realista y creo que en estos 10 meses podemos decir que esta ciudad está mejor", aseguró Muñoz, que repasó las acciones realizadas por todas y cada una de las delegaciones del Ayuntamiento.

Toda una declaración de intenciones en clave electoral que fue muy reprobada por los diferentes partidos en la oposición, que criticaron la gestión del actual equipo de gobierno. Para el portavoz socialista, José Bernal, la ciudad está "paralizada" e instó al ejecutivo local a invertir en los barrios. El concejal de Izquierda Unida, Miguel Díaz, aseguró que con el gobierno de PP y OSP "Marbella es menos democrática, menos participativa, más clientelar, menos transparente, menos sostenible y más insolidaria". Por su parte, el edil de Costa del Sol Sí Puede, José Carlos Núñez, hizo alusión, entre otros, a los problemas de aparcamiento, movilidad y limpieza así como a la dificultad de acceder a una vivienda en la localidad.

Su socio de gobierno, Rafael Piña, de Opción Sampedreña, en cambio, repasó los logros alcanzados en la tenencia de alcaldía, con más competencias, presupuesto propio e inversiones.