El próximo 8 de enero dará comienzo la transformación integral del centro de Torremolinos con el esperado inicio de las obras de peatonalización de la plaza Costa del Sol. El proyecto, que supondrá una inversión de 2,5 millones de euros, se ejecutará en dos fases: la primera se iniciará tras las fiestas navideñas y se centrará en la renovación y ampliación de todas las nuevas infraestructuras y redes de servicios públicos como electricidad, gas natural, telecomunicaciones, abastecimiento de agua y alcantarillado; y la segunda, que arrancará en mayo hasta su finalización en noviembre de 2018, en la que se llevarán a cabo los trabajos en superficie. "La ejecución de las obras va a dar carta de naturaleza urbana como espacio peatonalizado a un centro hasta ahora solo cerrado al tráfico", expresó el arquitecto del proyecto, Salvador Moreno Peralta, durante la presentación del inicio de los trabajos, que tuvo lugar ayer en el Palacio de Congresos.

El proyecto de Moreno Peralta se prolonga sobre un total de 10.114 metros cuadrados, cuyo tramo desde la calle Isabel Manoja hasta la calle Sauce se convertirá en un paseo de acceso a la plaza y contará con una pavimentación de granito blanco y azul oscuro formando líneas alternadas y que irán apareciendo cada vez con menos frecuencia hasta llegar a la plaza Costa del Sol, donde será únicamente de color blanco. "El suelo será un elemento identificativodel espacio, diferenciando aquellas plazas o espacios significativos", explicó. Además, tal y como ya se anunció el pasado mes de junio, uno de los elementos más llamativos y que cobrará un mayor protagonismo en este upunto será la instalación de una gran pérgola en la parte central de la plaza. El paseo quedará igualmente flanqueado por una hilera de palmeras y naranjos y se completará con la inclusión de pequeños estanques y tarimas de madera. También se reservará un espacio para la instalación de todo tipo de kioscos así como para las terrazas de los comercio. Por otro lado, se recuperarán elementos identitarios de la historia de la ciudad, como la fuente de piedra, que se trasladará a su primitivo emplazamiento, así como la rehabilitación de la Casa María Barrabino y su posterior integración en el espacio público mediante la demolición de los comercios que hoy la ocultan para darle un uso preferentemente cultural.

Por su parte, el alcalde, José Ortiz, señaló que "la construcción del bulevar es solo el primer paso de la transformación y reinvención del centro de Torremolinos", y avanzó en este sentido en que a lo largo de 2018 se ejecutarán otras actuaciones paralelas en la zona de La Nogalera, Cuesta del Tajo y la calle Peligro, así como la recuperación de la Torre Pimentel, que harán un "continuo desde la playa y hasta la plaza Costa del Sol, pasando por calle San Miguel, un espacio rehabilitado y mucho más atractivo". "Para finales de 2018 podremos estar orgullosos de tener una ciudad que avanza en su reinvención, en su trasformación y que recupera el cuerpo", concluyó.