Llega el verano y comienza la temporada de baño en muchos municipios de la Serranía de Ronda, algunos de ellos tienen piscinas enclavadas en parajes naturales de gran belleza, convertidos en auténticos oasis para ayudar a afrontar las altas temperaturas que se suelen registrar en el interior. Otros albergan zonas de baño totalmente naturales en los ríos, aunque este año llega con una importante novedad, ya que uno de estos oasis naturales, el que está situado en la Cueva del Gato, dejó desde ayer de tener acceso libre para el baño y pasa a tener una entrada regulada y bajo pago de una tarifa de 2 euros, que asciende a los 2,50 euros los fines de semana; aunque existen precios especiales según la edad y para grupos. Esos sí, aquellos que únicamente quieran acceder a ver la zona y hacer fotografías de esta joya natural podrán hacerlo sin pagar, aunque tan solo dispondrán de 15 minutos que se encargará de controlar el personal de acceso.

La medida tomada por el Ayuntamiento de Benaoján, municipio en el que se encuentra enclavado el paraje, ha sido justificada por la necesidad poner control a la avalancha de visitas que recibe este pequeño lago durante la época de verano, hasta el punto de llegar en ocasiones a quedar colapsado. De este modo también se busca preservar este espacio natural de especial valor y evitar que una presencia masiva de visitantes puede deteriorarlo.

El lago tendrá también servicio de socorrista y un horario de apertura al público

Por ello se ha procedido al vallado de la zona de acceso y la instalación de un punto de control, en el que los bañistas deberán comprar las entradas durante la época estival; eso sí, las personas que accedan tienen a su disposición un servicio de socorrista durante el tiempo de baño, que ha quedado establecido entre las 12:00 y las 19:00, aunque el recinto abrirá sus puertas a las 10:00 y cerrará a las 22:00.

La decisión de controlar el acceso no ha estado exenta de polémica, ya que había opiniones contrarias a que se cobrase por bañarse en un lago natural, aunque ahora queda comprobar cómo reciben los bañistas esta decisión, que también limitará las zonas en las que pueden bañarse los perros, que deberán cumplir con la normativa existente para estar el la vía pública, por lo que deberán ir controlados mediante correa.

De momento, ayer había división de opiniones entre los que valoraban el poder tener mayor seguridad y preservar el espacio y aquellos que seguían defendiendo que se trata de un espacio natural al que consideran que no debe limitarse la entrada y, mucho menos, cobrar por poder bañarse en un lago que se forma de manera natural.

Además, también se controlará la subida hacia la entrada de la cueva, un acceso que se encuentra prohibido, aunque son numerosas las personas se saltan las señales y deciden ascender hasta este punto.

La puesta en marcha de este control también conlleva la contratación del personal necesario para poder prestar estos servicios y que se espera que pueda ser sufragado en parte con la recaudación de las entradas. Hasta el pasado año el Consistorio tenía que hacer frente al coste que conlleva tener que desplazar personal al espacio para tratar de ordenar la entrada y salida del espacio por la gran afluencia que se producía, en especial, durante los fines de semana.

El inicio del control supone el arranque de la primera parte del proyecto que contempla la puesta el valor de la Cueva del Gato pero de forma controlada, que también pretende hacer accesible un primer tramo de la cavidad y acondicionar las zonas de estacionamiento y bajada hacia este paraje natural, al que ya se dotó de un nuevo puente de madera para salvar el paso del cauce del río Guadiaro.