El Hospital del Guadalhorce era el último que quedaba pendiente de la red comarcal en la provincia. Su camino no está siendo fácil, sino más bien sinuoso. Licitaciones desiertas, incumplimientos reiterados de plazos y movilizaciones vecinales por su apertura han jalonado su historia. Lleva 17 meses abierto, aunque a medias. Aún no funcionan ni los quirófanos ni la hospitalización.

Pero parece que por fin se ve la luz al final del túnel. Y nunca mejor dicho: el suministro eléctrico definitivo -del que aún carece y que es imprescindible para su funcionamiento al completo- está un poco más cerca.

"Si todo va bien, el hospital podría tener la luz definitiva en abril o mayo", apuntó el edil de Urbanismo de Cártama, Juan Francisco Lumbreras. A partir de allí, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) tendrá que poner en marcha el resto de las áreas asistenciales pendientes.

En el sinuoso camino para que los vecinos de la comarca tengan su hospital funcionando al completo, ni siquiera el trazado del tendido eléctrico está resultando fácil. A principios de octubre, Endesa inició las obras para llevar el suministro desde la subestación de Villafranco del Guadalhorce hasta el centro sanitario. Pero aún falta la licencia del Ayuntamiento de Cártama para poder completar la zanja necesaria para el tendido en el tramo que discurre por ese municipio.

El obstáculo en este caso es que el terreno por el que pasa la línea es rústico. Es necesaria una modificación del plan especial del hospital, que ya está tramitando el Ayuntamiento. Si no hay alegaciones de los vecinos y la Junta le da luz verde, la licencia municipal se concederá previsiblemente a principios de año.

Endesa podrá iniciar entonces las obras para el tendido definitivo del tramo que pasa por Cártama. Así que como pronto -si no hay alegaciones de los vecinos ni objeciones de la Junta-, el hospital podrá tener suministro lo suficientemente potente a mediados de la próxima primavera. El problema actual es que la luz es provisional y no tiene bastante fuerza para soportar la actividad asistencial que generarían los quirófanos y la hospitalización. Esa limitación se conocía, pero las autoridades sanitarias optaron por poner en marcha por fases el centro sanitario para hacer un rodaje paulatino y al mismo tiempo para empezar a dar respuesta a la comarca a la vez que para descargar al Clínico.

Desde este centro sanitario se apunta que la apertura al completo depende de que Endesa garantice la luz definitiva y que el hospital se podrá abrir al 100% en cuanto se disponga de ese suministro. Pese a las demoras y tropiezos para que el centro sanitario funcione al completo, desde la Administración se ve la copa medio llena. Se valora que aunque esté abierto a medias, ya contribuye a aligerar las pruebas diagnósticas del Clínico. Entre ellas, radiografías, mamografías y TAC. "Ese hospital está dormido, pero cuando despierte, descongestionará al Clínico", apuntaba una portavoz de este centro.

La semana pasada, el chare del Guadalhorce celebró el primer año de la apertura de sus Urgencias. Desde entonces han sido atendidas más de 32.600 personas. Un avance desde la puesta en marcha de este dispositivo es que los pacientes que necesitan ser derivados al Clínico para su ingreso, no tienen que volver a pasar por Urgencias en el centro de Teatinos, sino que van directos a hospitalización.

Muchos años después que otras comarcas, el Valle del Guadalhorce empieza a beneficiarse de su hospital, aunque todavía queda camino para llegar al final.