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Carlos Colón
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Un grupo conformado por profesionales de la arquitectura, docentes o entidades culturales y ecologistas ha lanzado un manifiesto en defensa de la Residencia de Tiempo Libre de Marbella, en el que se pide anular el convenio firmado entre la Junta y el Ayuntamiento para recalificar la parcela a uso hotelero y abrir un proceso de participación ciudadana sobre su futuro.
El manifiesto está siendo canalizado a través de la asociación Marbella Activa, y a menos de 24 horas desde su lanzamiento, ya ha recabado más de 700 apoyos, según ha destacado el socio fundador de la entidad, Javier Lima. Entre ellos, ha indicado que se encuentran colegios de arquitectos, profesores de universidad o la Fundación Alejandro de la Sota, entre otros.
El objetivo es que el convenio firmado entre la Junta y el Ayuntamiento “no se convierta en una realidad y no pase a manos privadas” el complejo residencial, una obra del arquitecto Manuel Aymerich Amadiós que fue inaugurada en 1962 como alojamiento vacacional destinado a trabajadores y clausurada por la Administración autonómica en 2024.
Lima ha defendido la Residencia de Tiempo Libre como “un equipamiento público ejemplar y único en España”, destacando que es “una obra maestra de la arquitectura contemporánea” por la que ha pasado más de 1 millón de personas y que “podría seguir dando este servicio”.
Así, ha valorado que el aumento de la edificabilidad que contempla el convenio “hace temer por la destrucción del conjunto arquitectónico”, una alternativa que cuestiona “cómo se hace sin alterar” la construcción actual. También ha ensalzado el valor arquitectónico y paisajístico, al “respectar el conjunto dunar” del Real de Zargoza y tener “baja densidad”.
Lima ha apostado por que el convenio “no llegue a su fin” y que “el Ayuntamiento pidiera su cesión para uso público para el disfrute” de todos y “salvaguardar” el patrimonio. En su opinión, “traspasar a manos privadas por 75 años” la parcela puede generar “un daño irreversible”.
Por ello, se ha lanzado el manifiesto con una recogida de firmas contra la recalificación de la parcela, en el que se pide la “anulación” del convenio, reivindicar el valor arquitectónico, social o cultural de la ciudad residencial y abrir un “debate” entre profesionales, entidades y administraciones. Además, se prevé celebrar para el final de junio una visita a la Residencia de Tiempo Libre, en la que el hijo del arquitecto creador, Manuel Aymerich, explicará los valores arquitectónicos del conjunto.
Por su parte, el hijo del creador, Manuel Aymerich, ha puesto de relieve el valor arquitectónico de la “ciudad residencial”, que fue concebida con “4 modelos de hotelitos (bungalós) para alojamiento individual”, así como “edificios comunitarios como la iglesia, el comedor, un bar o la recepción” que ha calificado como “piezas singulares”.
A ello ha agregado el “valor paisajístico, ambiental y ecológico”, al contar la parcela con un cordón dunar que fue sorteado con “una red de calles con formas curvas para adaptar el proyecto al lugar en vez de destruirlo”. Además, ha apuntado que el espacio cuenta con “una masa de vegetación muy interesante” que fue plantada al final de los años 50.
También ha resaltado el valor histórico y cultural, estimando que ha pasado por las instalaciones más de un millón de personas, con estancias “de una semana o 15 días”. Así, ha valorado que el espacio vacacional contaba con “mucha demanda” en el momento del cierre, y no “una atención, una mínima inversión y un interés” por parte de la Junta.
En su opinión, el aumento de la edificabilidad contemplado en el convenio “y más edificios va a suponer un deterioro del conjunto”, caracterizado por una “baja densidad para una superficie muy generosa”; cuestionado “qué se va a hacer con esos edificios en un contexto de hotel”.
Según ha indicado, “no se pueden reciclar unos edificios modestos vinculados a un hotel de lujo”, por lo que vaticina que se van a “destruir”. “Es una amenaza muy seria que se aumente en 30.000 metros cuadrados más la edificabilidad, que representan el 125% de la existente, que es de 24.000, daría un total 54.000”, ha lamentado.
En cuanto al cambio de calificación, ha recordado que actualmente es de “uso dotacional” al ser un equipamiento público y “la titularidad no va a cambiar”, la cual ha remarcado que “se cede durante 75 a una empresa privada”, por lo que ha opinado que es “una privatización encubierta”.
De la misma opinión es el catedrático emérito en Historia de la Arquitectura y el Urbanismo de la Universidad de Sevilla, Víctor Pérez Escolano, que se ha mostrado a favor del manifiesto, así como ha defendido la preservación de la Residencia de Tiempo Libre como ejemplo de la arquitectura contemporánea.
El experto ha destacado que el complejo residencial es “testimonio histórico del turismo social y general en España” con “un modelo de explotación opuesto” al actual, por lo que ha apostado por su preservación como “contrapunto arquitectónico al turismo especulativo”. Así, aboga por “proteger sus características de densidad baja, optimizando su uso y haciendo una gestión eficaz”.
Pérez ha señalado que aplicar los parámetros previstos en el convenio puede suponer “la alteración o destrucción del carácter que tiene como testimonio histórico” la ciudad residencial, caracterizada por “una densidad baja y un aprovechamiento reducido de lo que habitualmente son las explotaciones turísticas de la costa”, y que se debe “preservar”.
“La importancia del conjunto está en el origen de una idea del acceso a la costa y al disfrute del tiempo libre de la clase trabajadora”, ha recordado el docente, incidiendo en que “los parámetros que se deben valorar no pueden ser los de un aprovechamiento exclusivamente económico”. En este punto, ha remarcado que “el valor cultural e histórico de la Residencia de Tiempo Libre vale el incremento del beneficio que pueda generar ese cambio de superficie”.
La Residencia de Tiempo Libre de Marbella es un proyecto desarrollado por los arquitectos Manuel Aymerich Amadiós y Ángel Cadarso del Pueyo que prestó durante más de 6 décadas un alojamiento vacacional a precio asequible en la Costa del Sol. El conjunto arquitectónico está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) de la Junta de Andalucía desde 2006 y en otros registros, como el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea.
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