Marbella

Alfil planea desarrollar una residencia de estudiantes en el centro de Málaga tras su salida a bolsa

La salida a Bolsa de la empresa marbellí Alfil Patrimonial.

La salida a Bolsa de la empresa marbellí Alfil Patrimonial. / M. H. (Madrid)

La empresa Alfil Patrimonial, perteneciente al grupo fundado en Marbella Alfil, ha dado un salto y ha comenzado desde esta semana a cotizar en la Bolsa de Madrid por un valor de 73,5 millones, una nueva etapa con la que espera poder sacar adelante proyectos como una residencia de estudiantes en el centro histórico de Málaga o un edificio de viviendas y locales en alquiler en Marbella, según ha destacado su presidente, Francisco Gómez.

La empresa familiar se creó en el año 1952, y desde entonces ha operado en diversas actividades, centrándose desde hace un año y medio en la concentración de sus activos inmobiliarios para entrar en el mercado bursátil, a través de la creación de una Sociedad Anónima Cotizada de Inversión Inmobiliaria (SOCIMI), que es “uno de los requisitos legales de este tipo de empresas”.

Desde hace más de 20 años, Gómez ha explicado que el grupo Alfil “se centró en el sector inmobiliario del alquiler” y en “la rentabilidad de los activos inmobiliarios”, que “se han concentrado en Alfil Patrimonial”, que cuenta con un total de 23 entre edificios de oficinas enteros o parcialmente, locales comerciales, un aparcamiento y viviendas para alquilar en un edificio en la capital. Entre ellos, destaca el edificio de oficinas Alfil, localizado en la avenida Ricardo Soriano de Marbella, que data de los años 60, y que albergó el hotel Alfil hasta el año 90 y el antiguo cine de la ciudad.

El grupo empresarial también cuenta con la Residencia universitaria Alfil en Málaga capital con 188 plazas, un "portal de pisos" para estudiantes en la misma y el edificio Albéniz en la zona de Teatinos, con "casi 400 universitarios alojados" en total, así como el centro de ocio ‘Multicines Alfil’, en Fuengirola, según ha resaltado el presidente de la compañía.

Así, Gómez ha apuntado que el valor fijo de referencia de las acciones de Alfil Patrimonial es de 73,5 millones de euros, y de 7.350 euros por acción, el cual se determina mediante “un proceso en el que intervienen muchos profesionales”, siendo uno de ellos “una empresa de valoración” homologada por el Banco de España, lo que para “el inversor es una garantía de que detrás de esa acción hay unos activos que realmente valen eso”.

El acceso a nuevos canales y productos de financiación tras la salida a bolsa del grupo van a permitir desarrollar nuevos proyectos, como “una residencia para universitarios con formato de apartamentos” en un solar del centro histórico de Málaga, localizado entre las calles Beatas y Álamos, para el que la empresa ha pedido la licencia “hace 10 meses” y espera poder tenerla “antes del final del año”, ha indicado Gómez. La iniciativa prevé la construcción de “40 unidades de apartamentos” en un terreno de “1.000 metros cuadrados aproximadamente y un edificio de 3.000 metros de techo”. Otro de los proyectos que el grupo sacará adelante tras cotizar en el mercado bursátil es “un edificio de unos 7.000 metros de techo de viviendas y locales para alquilar” en el centro de Marbella.

El desembarco en el mercado bursátil ha supuesto “un reconocimiento reputacional muy positivo”, ya que “cualquier sociedad cotizada tiene que tener una transparencia en cuanto a su información interna que le exige el mercado”, al estar “auditada y controlada”, siendo “una de las consecuencias el que profesionaliza mucho por dentro y para una empresa familiar te pone las pilas”.

Para ello, ha optado cotizar en “la empresa en bolsa y mercados españoles BME, que es la Bolsa de Madrid”, en concreto en el mercado conocido como BME Scaleup, asegurando que Alfil Patrimonial es “la primera empresa de España” en cotizar en el mismo al ser aprobado por “la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hace unos meses y empezó a funcionar el martes con nuestra incorporación”.

Según ha precisado, en este mercado “no te obligan a tener acciones siempre a la venta, tú no puedes comprar y vender en cualquier momento, sino que para poder comprar tiene que haber algún propietario que ponga las suyas a la venta y las operaciones se cruzan una vez al día”. De esta manera, “el capital lo puedes mantener dentro de la familia” y “te da la libertad de elegir quién puede ser socio o no de la compañía”.

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