El CEO de La Ciudadela: “Alojarse en el hotel El Castillo es embutirse en la historia de Marbella”
El grupo La Ciudadela ha apostado por el casco histórico de Marbella con la apertura de 3 hoteles, el último en la Muralla de la ciudad antigua
La empresa planea abrir otros dos establecimientos turísticos en la zona
–¿Qué supone para el grupo la apertura del hotel El Castillo?
–El poder tener el hotel dentro de la Muralla de la antigua ciudad es un sueño perseguido desde hace mucho tiempo, pues aunque todos nuestros hoteles tienen una historia particular, no cabe duda de que El Castillo es un referente y un hito por estar dentro de un Bien de Interés Cultural (BIC) y el edificio era el lagar del Castillo ya en el siglo XIV. De hecho, han aparecido algunas vasijas durante las excavaciones que nos han permitido los arqueólogos que se mantuviesen en su lugar de origen, y lo que hacemos es devolver la historia de la ciudad y contribuir a que todo aquel que nos visite, y por supuesto a los marbelleros, puedan tener a su alcance la visibilidad de la historia del casco antiguo.
–¿Qué catalogación tiene?
–La Consejería de Turismo te da la calificación definitiva, en este caso de 4 estrellas convirtiéndolo en el primero del casco antiguo, y te marca una especialidad que es la de monumento y edificio histórico. Alojarse es embutirse en la historia de Marbella.
–¿Cuándo se adquirió el edificio?
–El edificio de El Castillo lo adquirimos en 2015 y estaba en un riesgo inminente de colapso, tanto es así que los arquitectos nos recomendaron derribarlo porque económicamente era lo mejor, pero queríamos mantener su estructura original y su personalidad. Traducido económicamente, hizo que una previsión de refuerzo estructural de en torno a los 110.000 euros se convirtiera en 985.000 por el capricho de mantener tal cual era el edificio en su estado original.
–¿Qué labores de rehabilitación se han hecho en el edificio?
–Empezamos a trabajar al final de 2016 y principio del 2017, un trabajo largo y laborioso porque para mantener esa estructura tuvimos que montar incluso un taller de ferralla en el propio edificio, porque había que reforzar absolutamente todas las columnas y todas las vigas una a una. Era como hacer un esqueleto interno de todo el edificio en acero, con lo cual, cada pieza sea especial y todo fue reforzado milímetro a milímetro y eso fue lo que encareció ese millón de más, pero estamos contentos y satisfechos porque la gente lo valora.
–¿Qué tipo de público o target tiene el establecimiento?
–Es deseable que sea de nivel económico medio-alto o alto, pero para mí lo vital es el nivel cultural, que sí o sí tiene que ser alto porque al final gente con dinero hay de todo tipo y ya hemos vivido todas las marbellas posibles. Un turismo basado simplemente en un nivel económico alto es un error y no es lo que debe de ser Marbella, debe ir unido a un nivel cultural alto, que es el público que estamos teniendo principalmente americano y norte o centro europeo, que es el que valora el poder alojarse en edificios con una historia, con una realidad detrás y en un entorno que le permite relacionarse con su gente, que es el alma de la ciudad.
–Es el tercer hotel del grupo en la zona...
–El primero que abrimos fue Maison Ardois, que está en la calle Ancha 9 y es un hotel que según el cronista de Marbella, Fernando Alcalá, se alza sobre una casa hecha por la familia Ardois, que era copropietaria de las antiguas minas de Marbella. El hotel tiene 9 habitaciones y abrió en agosto de 2021. Después abrimos el hotel Santo Cristo en diciembre de 2021, que tiene 15 habitaciones y el restaurante no se ha abierto porque coincidió con la terminación de El Castillo, tenemos la previsión de abrirlo en junio.
–¿Qué otros proyectos hoteleros planea en la ciudad?
–Hay un cuarto proyectado en el antiguo Conservatorio de Música de Marbella, que está en la Plaza Puente Ronda y se llamará hotel Puerta de Ronda. Empezaremos las obras en junio y estamos a la espera de la catalogación provisional de la Junta para el primer 5 estrellas del casco antiguo. Serán 8 habitaciones, la más pequeña de 62 metros cuadrados, y dos o tres tendrán su propia terraza con jacuzzi. El último edificio que hemos adquirido este año está en la Plaza de los Naranjos y estamos barajando entre un hotel de una habitación o un restaurante.
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