Marbella y Puerto Banús son considerados destinos de lujo por excelencia, y tras el boom experimentado en los viajes por el fin de las restricciones a causa del Covid-19 el pasado año, los comercios de la marina registran un descenso en las ventas con respecto a 2022, que atribuyen a la pérdida de un turismo de calidad por aspectos como la delincuencia o la falta de eventos que hagan atractivo el destino, según han señalado distintas fuentes consultadas.

“En líneas generales bien, aunque un poco menos que otros años y no viene tanta gente de alto poder adquisitivo”, ha valorado Irena Blagova, asistencia de ventas de la firma Versace, sobre cómo se ha desarrollado la temporada turística y el año en el espacio náutico, donde los productos más demandados son gafas, bañadores, bolsos o ropa de verano. Entre la clientela destaca un perfil de “familias” procedentes del norte de Europa, Arabia Saudí, Qatar y local.

Una dependienta mostrando una blusa.

La comerciante ha atribuido este descenso a que Marbella “no está bien posicionada como destino que ofrezca algo más”, destacando la falta de eventos que lo hagan atractivo y diversificar la oferta de ocio que ofrece. “Algo está fallando como punto turístico, porque el sector del lujo no está afectado en general”, ha apuntado, haciendo alusión a otros aspectos que influyen como la delincuencia, en relación al tiroteo que hubo a plena luz del día el pasado mes de julio. “Marbella necesita innovarse y diversificar la oferta con fiestas o eventos”, además de romper con la estacionalidad turística, así como “mejorar la limpieza” en Puerto Banús, ha indicado.

“Puerto Banús no es un sitio amigable” para las familias

De la misma opinión es su compañero de ventas, Nawar Ahmat, apostando por crear eventos que atraigan a las familias, ya que según ha valorado “Puerto Banús no es un sitio amigable” para éstas por la noche debido a la existencia de “drogas, prostitución y peleas”.

La tienda Élices es un outlet que oferta prendas de moda de distintas marcas de lujo como Valentino, Versace o Roberto Cavalli donde la cliente busca “exclusividad y firmas”, destacando productos como “vestidos y jerséis”, ha señalado por su parte María José Mínguez, dependienta del comercio. “El nivel económico ha bajado en Puerto Banús, hay bares y coches, nada más”, ha referido la comerciante, quien ha indicado que los visitantes prefieren “ocio y comer, compras poco”.

“Las ventas van bien, pero no como otros años antes del Covid-19” y “hay un tipo de turistas un poco más baratos, que piden descuentos constantemente”, ha comentado Cristina Ramírez, dependienta del establecimiento. “El turista no viene con el perfil de antes, todo está más caro, y la gente mira más”, a lo que ha añadido la “inseguridad” o los problemas de tráfico.

Una dependienta ordenando un perchero.

Otro de los aspectos que han criticado es el ambiente de Puerto Banús, con “mujeres desnudas por la calle” que dan una mala imagen para el turismo de familias, principalmente para los árabes, según ha relatado Fátima Chantal, también trabajadora del outlet. Así, ha estimado que “la zona ha perdido la buena clientela” entre “un 10 y un 20%”.

Desde la firma Max Mara han apuntado que en la marina “hay menos” afluencia y en general “ha dado un bajón” respecto al año pasado, algo que han achacado a que los visitantes eligen otras épocas del año para viajar y no en verano, sobre todo la clientela de Países Bajos. El ticket medio suele ser de entre “1.000 y 3.000 euros” y superar los 9.000 en casos “puntuales”.

“Hay mucha gente, pero no está gastando tanto como otros años”, ha comentado Rubén, de la tienda de moda Own Style. Los buenos resultados del invierno “hacían presagiar que el verano iba a ser súper bueno, pero nos hemos pegado un poco el cabezazo”, y pese a que se vende más, ha destacado que en la temporada baja se han “superado los datos del año pasado” y durante la época estival “hemos vendido menos que en otros veranos”.

La trabajadora de una tienda mostrando un vestido de fiesta.

La misma sensación tiene otro empresario de una tienda de moda y complementos que ha preferido permanecer en el anonimato. “Hay gente barata, el público no es de nivel”. Con tickets que sobrepasan los 700 y los 800 euros, ha relatado que “gente hay y se vende, pero no es como otros años”, con un público que pide “descuentos”. El comerciante ha hecho alusión a la situación de Puerto Banús, con “robos, gente pidiendo, carteristas, prostitución barata o copias” de las firmas de lujo, lo que en su opinión “desprestigia a Marbella”.

“No saben lo que es calidad, ni distinguir el diseño y la exclusividad y solo miran el precio”, ha lamentado, asegurando que las ventas “bajan un 30%” respecto al pasado 2022 y “de 20 personas que entran a la tienda, 16 son de este tipo”.

La firma Loro Piana vende moda exclusiva, con especial incidencia en prendas de Kashmir. Desde la marca, Concha ha comentado que el puerto “está lleno de árabes, como cada verano”, y aunque “en julio ha habido un poco menos afluencia en la calle, en la tienda no”, asegurando que las ventas han crecido “entre un 25% o un 30%” y entre el público hay “ganas de gastar”.

“En el sector del lujo la crisis o la inflación no se han notado porque traemos materiales y artículos mas caros”, ha relatado, así como ha destacado que “con el Covid la gente ha cambiado la mentalidad y los que tenían dinero han querido viajar. Ahora no paran de hacerlo, y tienen muchas ganas de gastar”.

Por su parte, la empresa concesionaria de la marina ha declinado el hacer declaraciones.