Marbella

Crimen de la mujer decapitada en Marbella: su expareja confiesa que la mató y el ADN lo confirma

Reconstrucción de los hechos en un enclave de la costa marbellí. / POLICÍA NACIONAL

Resuelto el crimen de la mujer que apareció mutilada en aguas de Marbella el pasado domingo. El cadáver hallado, sin cabeza ni manos, flotando en una playa de Marbella el pasado 8 de enero es la misma persona que desapareció apenas un día antes en el mismo municipio. Así lo confesó su ex pareja sentimental, al que la víctima denunció en noviembre por malos tratos, en dependencias policiales, antes de declarar ante el juez. Más tarde, los resultados del ADN terminaron de confirmarlo. 

La investigación, llevada a cabo por agentes adscritos a la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Marbella, se inició el pasado domingo a partir de la denuncia interpuesta en dependencias policiales, por parte de unos familiares, en relación a la desaparición de Natalia, una mujer de 46 años, de nacionalidad colombiana y víctima de violencia de género.

En la denuncia, la familia de la desaparecida expuso que ésta había recibido amenazas –vía telefónica– días atrás por su ex pareja sentimental, Leonel, que habría quebrantando las medidas cautelares dictadas por la autoridad judicial, tras su detención a mediados de diciembre por malos tratos. Uno de los hijos de Natalia, residente en Colombia, asegura que su madre estaba asustada porque la tenía amenazada de muerte.

El mismo día de la denuncia de desaparición de la mujer, un cadáver fue avistado flotando en el agua de la playa de Las Cañas, en Marbella, a la altura del restaurante Club 200, entre los núcleo de Cabopino y Elvira, en el este de la localidad. Sin cabeza, sin manos y abierto en canal. Así hallaron el cuerpo un grupo de jóvenes que se encontraban en la terraza del establecimiento hostelero, cuya primera intención fue meterse en el mar ya que creían que se trataba de una persona ahogándose y pretendían rescatarla.

Los testigos llamaron a la sala del 091, que indicó que no se metieran en el mar. Mientras un dispositivo se desplazaba a la zona, el mar sacó al cuerpo, que fue trasladado al hospital para realizarle varias pruebas. Fue la Guardia Civil la que inició entonces una investigación para esclarecer las circunstancias de los hechos, ya que es el cuerpo que tiene competencias en el mar, con la dificultad añadida de no contar con piezas dentales o huellas dactilares para ello. 

Quienes  estaban en la playa donde apareció el cadáver grabaron con sus móviles la escena y compartieron los vídeos en sus redes sociales, lo que dio lugar a que muchas personas los vieran. Entre esas personas se encontraban los familiares de la mujer desaparecida en la misma localidad. 

Un a verruga debajo del pecho del cuerpo de la víctima dio un vuelco al caso. Los hermanos de Natalia estaban seguros de que era ella y así se lo hicieron saber a los investigadores de la Policía Nacional.

La madrugada del lunes, los agentes establecieron un dispositivo tendente a localizar a la expareja de la mujer. Tan solo unas horas después, a primera hora de la mañana, detuvieron a la expareja de Natalia, también de nacionalidad colombiana, por su presunta implicación, inicialmente, en un delito de quebrantamiento de condena.

Natalia ya denunció sufrir malos tratos

Al parecer, la víctima y el detenido habían mantenido una relación sentimental de unos cinco meses de duración. Si bien, a finales de noviembre, ella decidió poner fin a la misma, fecha en la que comenzaron los problemas. De hecho, ella presentó una denuncia por un episodio de malos tratos en la Comisaría.

Según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el hombre se conformó con una sentencia condenatoria, consistente en una pena de seis meses de prisión y otros 16 meses de prohibición de comunicación y aproximación a la víctima. Sin embargo, la condena de prisión fue suspendida por un periodo de dos años con el acuerdo de la Fiscalía.

Durante esta última detención, él mismo autorizó a los investigadores a que inspeccionara su domicilio, sin que encontraran pruebas fehacientes de un crimen. Pero, las indagaciones policiales continuaron y el miércoles, al mediodía, los policías detuvieron al amigo del principal sospechoso

Este jueves estaba previsto que el individuo declarase ante el juez. Pero, antes de hacerlo, confesó. Él mismo la mató, la descuartizó y luego la arrojó al mar, reconoció en dependencias policiales ante las evidencias que le incriminaban directamente en la desaparición de la mujer. 

Horas más tardes, los resultados de los análisis de ADN, llevados a cabo en los laboratorios de criminalística de la Guardia Civil, confirmaron que el cadáver hallado en el agua correspondíacon el de la mujer desaparecida el pasado fin de semana. 

En las últimas horas, la Policía Nacional realizó una reconstrucción de los hechos en un enclave de la costa marbellí, donde, según declaraciones del autor confeso, acabó con la vida de su expareja y arrojó su cuerpo mutilado al mar. En el lugar, agentes de Policía Científica  llevaron a cabo una inspección ocular recogiendo vestigios.

En cuanto al segundo detenido, amigo de Leonel, los investigadores han esclarecido que condujo supuestamente al autor confeso  y a la víctima, aún con vida, a la localización donde tuvo lugar el homicidio en una furgoneta, que fue intervenida en Madrid. Esta persona está siendo investigada por su presunta implicación en un delito de homicidio al ser coautor de los hechos. 

Finalmente, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Marbella acordó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del principal sospechoso este jueves por los delitos de asesinato y quebrantamiento de condena de alejamiento; mientras que su amigo pasará a disposición judicial este viernes

Mientras tanto, submarinistas del Grupo especial de actividades subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil tratan de encontrar restos de la mujer, en concreto, están intentando localizar la cabeza y las manos de la víctima.

Violencia de género

Tras un trágico final de 2022 marcado por la manifestación de la violencia machista en su expresión más cruenta, 2023 no empieza mucho mejor en cuanto a esta cuestión se refiere. A la espera de que la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género se pronuncie, esta sería la cuarta víctima que deja esta lacra en lo que va de 2023, tras confirmar como un crimen machista el de una mujer de 24 años, el pasado domingo 8 de enero, en Ciudad Real.

Dos de ellos, en Cádiz y Tenerife, han subido también a las estadísticas del Ministerio de Igualdad en materia de violencia de género; mientras que, el cometido en Almería no se incluirá en esta estadística, sino que pasará a formar parte de las cifras de feminicidios que Igualdad comenzó a recopilar en 2022, ya que el presunto asesino no mantenía ninguna relación sentimental con la víctima mortal.

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