–¿Cuáles son las principales demandas de los empresarios de Puerto Banús a día de hoy?

–Como siempre el control de la gente que viene a visitar Puerto Banús. Estamos preocupados no solo por la cantidad sino por la calidad de la gente que viene. De un tiempo a esta parte ha crecido el turista de origen británico que visita la ciudad por periodos muy cortos, algunos atraídos por los campos de golf y otros únicamente a celebrar despedidas de soltero. Aunque es cierto que se han implementado una serie de medidas como la de no permitir a la gente pasear sin camisa, ni con disfraces o accesorios obscenos ni beber en la calle, creo que se debe seguir apostando por un turismo de calidad.

–¿Qué le pediría entonces al gobierno saliente?

–A veces nos centramos en cosas que son evidentes, como la ITB y la World Travel Market pero, ¿dónde están los focos de nuevos clientes? Es a eso a lo que hay que irse. Tenemos que tener una presencia continua en los países árabes, sobre todo en el golfo Pérsico porque es un cliente con un poder adquisitivo alto al que le gusta la Costa del Sol y Andalucía en general. Tenemos que insistir en que sigan viniendo, al igual que seguir buscando el mercado americano, chino y de otras latitudes.

–¿Cree que Marbella tiene suficientes infraestructuras?

–Marbella se ha desinflado en infraestructuras mientras crecen otros municipios como Málaga, Mijas o Estepona. Sabemos que en parte ha sido por la anulación del PGOU, pero no podemos tener paralizada una ciudad tantos años. Me gustaría que la corporación saliente de estas elecciones elaborara un plan estratégico sobre el modelo de ciudad que queremos para la Marbella del 2040.

"Es esencial que los partidos dejen de tirarse los trastos y lleguen a un consenso en materia de turismo”

–¿Y qué modelo de ciudad propone usted?

–En Marbella adolecemos de muchas cosas. En el tema sanitario no es normal que llevemos casi diez años con la obra del hospital paralizada, tenemos déficit de ambulatorios, colegios públicos e infraestructuras culturales. Marbella tiene que ser otra vez el centro, no digo que compitamos con Málaga ya que nos lleva una ventaja imparable, pero Marbella tiene que ser esa ciudad complementaria donde a los visitantes y a los residentes nos den alternativas culturales de índole internacional porque es lo que se merecen.

–¿En qué estado cree que se encuentra la marca Marbella?

–La gente viene a Marbella porque tenemos un reconocimiento a nivel mundial importantísimo, pero hay que darle más alicientes. El modelo de sol y playa no solo está desfasado sino que ni tenemos buenas playas y el sol lo puedes encontrar en otras muchas zonas del mundo. Tenemos una oferta hotelera y de restauración magnífica, una buena sanidad y unos más que razonables medios de comunicación. Pero es básico que en ciertos aspectos los partidos dejen de arrojarse los trastos unos a otros y lleguen a un consenso en materia de turismo, ya que es nuestra fuente de riqueza, y dotar a Marbella de esos eventos e infraestructuras que la hagan atractiva. Muchas veces hemos abogado por un gran espacio que se pueda utilizar para congresos, presentaciones o fiestas importantes y todavía estamos esperando.

–¿Qué otras cuestiones demandaría al nuevo gobierno?

–Los tópicos de una ciudad como la nuestra: más seguridad y limpieza. Y también un plan de protección del casco antiguo, no puede ser que tengamos fachadas de color verde, estamos en Andalucía y tenemos que conservar nuestras esencias.