El lujoso Puerto Banús, ubicado en Marbella, pondrá en marcha un plan de trabajo para dar cumplimiento a los objetivos marcados en la Agenda 2030, para lo que incrementará sus esfuerzos en materias relacionadas con la protección de los océanos o la reducción de la contaminación, según ha anunciado este miércoles su consejero delegado, Juan Núñez Insausti.

Así, el representante del recinto náutico ha destacado que éste “se desmarca del resto de puertos deportivos europeos y se convierte en uno de los primeros internacionales en adherirse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)” aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015, que persiguen poner fin a la pobreza, proteger nuestro planeta y garantizar la paz y la prosperidad de todas las personas.

Sobre los mismos, Núñez ha recordado que la ONU ha establecido 17 para “hacer de nuestro mundo un lugar de vida mejor de cara a los próximos años”, destacando que “el sector empresarial juega un papel fundamental, ya que las empresas pueden contribuir de algún modo en muchas de las metas y acciones que se establecen en cada uno de estos objetivos”.

Dentro del nuevo Plan de implementación y cumplimiento de los ODS de Puerto Banús, el enclave turístico ha optado por incrementar sus esfuerzos aquellos vinculados principalmente a la lucha por la protección de los océanos, la biodiversidad, el consumo responsable y la reducción de la contaminación, sin dejar de lado el resto de objetivos y metas que conforman esta iniciativa impulsada por Naciones Unidas.

Para ello, el recinto náutico ha realizado un trabajo previo para diferenciar de las 169 metas que sugiere la ONU de cara a la Agenda 2030, aquellas que inciden directamente en la actividad de un puerto deportivo de las características de Puerto Banús, y de las que se han seleccionado 83 sobre las que puede contribuir para minimizar su impacto ambiental y desarrollar su plan de acción.

De estas 83 metas, Núñez ha apuntado que “ya se han logrado o están en proyecto el 53,38% de las mismas”, entre las que se encuentran la gestión sostenible del agua en sus operaciones, con una política estricta de consumo y reutilización; el uso de tecnologías eficientes y sostenibles para mejorar la gestión de los recursos naturales en las actividades de la empresa y disminuir el impacto medioambiental; la integración de la cultura de lucha contra el cambio climático en la cadena de suministro, exigiendo a sus proveedores certificaciones y políticas ambientales y calculando sus emisiones; o la reducción del uso de sustancias tóxicas, plásticos y materiales no biodegradables en el ciclo de productos y servicios de las empresas.