Más de una treintena de personas entre residentes y comerciantes del centro de Marbella han  mostrado este viernes su rechazo ante la obra que proyecta el Consistorio iniciar la próxima semana en las calles Virgen del Pilar y Nuestra Señora de Gracia, al que piden que acometa la misma por tramos para evitar el corte del tráfico en la zona el consecuente cierre de los comercios debido a la falta de aparcamiento y de accesibilidad.

El abogado Marcos Gil ha sido el encargado de leer un manifiesto en el que ha expresado el malestar de los vecinos y los empresarios de la zona, destacando que “es inadmisible que durante un período de ocho meses, que sin duda serán más, se hallen cortadas al tráfico al mismo tiempo las tres calles, imposibilitando el acceso a los distintos garajes y dificultando enormemente el tránsito peatonal”.

Según ha abundado, ello “supondrá graves perjuicios económicos para los comerciantes de la zona, que en muchos casos se verán abocados al cierre de sus establecimientos, agravando así la ya difícil situación marcada por la pandemia sanitaria”. 

Por otro lado, ha indicado que se verán afectadas las personas mayores y/o con movilidad reducida que residen en la zona, así como ha apuntado al “atasco circulatorio que va generar el corte total de un núcleo tan básico de la red viaria como son las calles que van a cerrarse”.

“Nos manifestamos no tanto para oponernos a unas obras, que en todo caso consideramos innecesarias, sino sobre todo por la forma en la que al parecer se van a llevar a cabo”, ha lamentado Gil, quien ha criticado “falta de participación de los ciudadanos afectados”, por lo que ha solicitado frenar el inicio de los trabajos, “ejecutar la obra por tramos” y celebrar una reunión con el Ayuntamiento para buscar alternativas.

Otra problemática que trasladan los afectados es la falta de aparcamiento, ya que el Consistorio ha habilitado la “planta -3” del Centro comercial Plaza del Mar, la cual es “pública del Ayuntamiento, que ha cedido 250 plazas para los propietarios de la zona”, según ha especificado Jorge Gil, que administra dos comunidades de vecinos, aunque esta disposición no ha materializado para los comerciantes y su clientela. El abogado ha criticado que el espacio se encuentra “a un kilómetro” de las viviendas, por lo que propone “una exención para aparcar en la zona azul”.