Las defensas de los acusados por los crímenes de 'Maradona' y 'Zocato' niegan que ellos los mataran
Los abogados, a través de sus escritos provisionales, se han mostrado disconformes con los hechos descritos por la Fiscalía y la acusación particular tras argumentar que "no hay pruebas periciales"
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Marbella/Los integrantes del conocido clan de Los Suecos -pese a que dos de ellos tienen nacionalidad danesa- se han sentado este martes en el banquillo como acusados de los asesinatos de los narcos apodados como Maradona y Zocato, entre mayo y agosto de 2018, en Marbella y Estepona -respectivamente-. Junto a ellos, otros cuatro, que están siendo investigados por apoyarlos en labores logísticas para supuestamente efectuar los crímenes. Unos hechos que sus defensas han negado tras manifestar la ausencia de pruebas
Aunque al inicio de la vista oral había una novena procesada, la acusación particular ha retirado los cargos para esta mujer. Además, el Ministerio Fiscal, en su escrito acusatorio, acordaba el sobreseimiento provisional de su causa como investigada al considerar que no "hay pruebas directas que determinen que la misma hubiera tenido una participación activa y directa" en los hechos "cometidos por el resto de acusados y que están perfectamente delimitados y concretados".
El fiscal Carlos Tejada, especializado en Antidrogas en el municipio de Marbella, ha expuesto ante los miembros el juzgado popular -elegido este lunes- que el autor del primer crimen se acercó a la víctima y le lanzó hasta "cinco disparos que lo destrozaron y mataron en el acto". De hecho, asegura que cuando llegó la ambulancia "estaba prácticamente muerto".
En relación al segundo asesinato,Tejada ha manifestado que el responsable disparó al conocido como Zocato unas "nueve veces, a corta distancia", dejándolo "fulminado" y "sin posibilidad de sobrevivir". Además, ha explicado que los vigilantes de seguridad de la urbanización en la que transcurrieron los hechos, tras escuchar las detonaciones salieron y, siempre según su relato, el autor -desde la bicicleta en la que se marchó- los encañonó, a lo que los trabajadores reaccionaron tirándose al suelo.
De esta manera, el Ministerio Público pide prisión permanente revisable para los cuatro principales procesados -de origen sueco y danés- por dos delitos de asesinato y 12 años de prisión para los otros acusados por los mismos delitos, pero como cómplices. Asimismo, solicita que se le indemnice a las viudas y herederos de ambas víctimas con una cantidad total de 300.000 euros por los perjuicios causados.
En consonancia con esta declaración se ha manifestado Juan Urbaneja, letrado de la acusación particular, en representación de los familiares de la segunda víctima -que han estado presentes en la Sala-. El abogado ha defendido que ambos crímenes estén investigados en la misma causa, pues argumenta que el modus operandi que los autores siguieron para efectuarlos fue el mismo.
"No es el típico asesinato de una persona que no sabe lo que hace", ha expresado en referencia al crimen de Maradona. Una afirmación que ha argumentado explicando que "los primeros disparos que recibió la víctima fueron directamente a la cabeza". Por tanto, ha considerado que son personas "dedicadas a este tipo de crímenes", definiéndolos como "sicarios".
Por el contrario, las defensas de los acusados -mediante sus escritos provisionales- han negado los hechos descritos por el fiscal y la acusación particular tras asegurar que "no hay pruebas periciales" que sustenten lo expuesto. De hecho, Gonzalo Boyé, el abogado del acusado considerado como líder del clan, ha asegurado que "hay datos científicos que argumentan que los hechos no ocurrieron como dicen las acusaciones". "No hay ninguna prueba de que mi cliente ni su hermano sean los autores de los hechos".
"No es un angelito, pero no es un asesino"
En la primera parte de su intervención, explicó que su cliente es hijo de refugiados palestinos y origen danés. Pasados los años, se trasladó junto a su familia a Malmö (Suecia), donde vivió su adolescencia “en la marginalidad”, de la que, indica su letrado, “ha logrado sobrevivir y salir hacia adelante”. Aunque ha reconocido que el acusado “no es un angelito”, ha aseguraro que “no es un asesino”. “Vino a España para llevar a cabo negocios ilícitos relacionados con tráfico de hachís, pero no a matar a nadie”, insistió.
Asimismo, el letrado -que ha sido el único al que le ha dado tiempo exponer sus argumentos- ha expuesto que la hipótesis policial sobre que Zocato encarga la muerte de Maradona y como no paga lo matan "queda desvirtuada ante cosas especiales: la fatal de pruebas y el atentado brutal a la lógica". En este sentido, ha declarado que el primer asesinato y el segundo "no están conectados".
Finalmente, el letrado ha pedido "sentido común" al jurado popular y que no se olviden de Dolores Vázquez, en cuyo caso "fue una hipótesis policial muy bien expuesta y un jurado que creyó que la autoridad nunca se equivoca", ha concluido.
Primer crimen en Marbella
Cabe recordar que el primer crimen fue cometido sobre las 14:00 horas del 12 de mayo de 2018 cuando los acusados, presuntamente de forma conjunta, decidieron acabar con la vida del narco que minutos antes había salido de la iglesia en la que había celebrado la comunión de su hijo menor, siempre según el escrito escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso este periódico.
La víctima, que era propietario de un gimnasio y un club de playa, fue tiroteada tras salir del templo con su familia y un amigo, “en el preciso instante que subió al coche por la puerta del conductor”, al tiempo que su mujer y sus dos hijos menores subían a la puerta trasera del mismo y un amigo se colocaba en el asiento del copiloto.
Tal y como describe el fiscal, salió por la parte delantera del coche uno de los acusados vestido de negro y con un casco integral oscuro. En ese momento, empezó a disparar con una pistola automática de frente y por la puerta del conductor, y realizó al menos cinco disparos que impactaron en su cuerpo y en centros vitales.
El padre del menor que acababa de recibir la comunión murió casi instantáneamente y, acto seguido, el hombre que lo había asesinato se fugó en la motocicleta con la que había llegado y estacionado unos metros más adelante.
Segundo asesinato en Estepona
El segundo crimen fue cometido meses más tarde, concretamente el 20 de agosto, cuando uno de los acusados principales, encapuchado, supuestamente mató a un hombre que se disponía a salir de su vivienda, ubicada en una urbanización de Estepona.
El asesinato sucedió en torno a las 3:32 horas cuando la víctima salió de su domicilio para accionar la apertura de su vehículo y, en esos momentos, uno de los acusados, que había llegado con anterioridad a bordo de una bicicleta que había escondido tras unos contenedores de basura, salió a su encuentro.
Con una pistola automática de nueve milímetros comenzó a dispararle hasta nueve veces sobre el cuerpo y a corta distancia lo que le causó la muerte de forma instantánea.
El resto de acusados se encontraban a escasos metros y al llegar a ellos dejaron abandonada la bicicleta que posteriormente fue recuperada por la Policía en unos matorrales.
Otro de los acusados que se sentó ayer en el banquillo presuntamente les proporcionó la identidad y datos para el alquiler de un vehículo que solo fue utilizado para las labores del crimen y les ayudó para ocultar y arrojar a la basura una bolsa con diversos dispositivos electrónicos y geolocalizadores que habrían utilizado en la vigilancia del asesinato.
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