Un teléfono intervenido por las autoridades suecas en el país tras un tiroteo y un tatuaje en el antebrazo izquierdo habrían sido dos cuestiones clave durante la investigación policial para identificar al autor, ya confeso, del asesinato de David Ávila Ramos -el narco apodado como Maradona- y su relación con el conocido como clan de los suecos.

Después de que el pasado viernes los ocho acusados por los asesinatos de los narcos Maradona y Zocato confesaran su implicación en los hechos, incluido el autor material de los disparos, el juicio ha continuado su curso este lunes con la fase testifical y el primero en contestar a las cuestiones planteadas por la Fiscalía y la acusación particular ha sido el jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de la Costa del Sol. 

Tras 32 años de experiencia en el Cuerpo Nacional de Policía, este testigo ha explicado que el 18 de junio se produjo un tiroteo en Suecia, lo que provocó que uno de los acusados -el considerado como cabecilla del clan- saliese herido leve en una pierna. Al día siguiente, tras recibir el alta hospitalaria, cogió un avión hacia Málaga en compañía del autor material del asesinato y su hermano, que también se encontraban en el país. Pero, antes de hacerlo la Policía sueca les intervino a cada uno sus teléfonos móviles.

De esta manera, los investigadores llevaron a cabo el análisis de las llamadas y entrantes y salientes con el posicionamiento de la antena que da cobertura a la iglesia Virgen del Rocío, de San Pedro Alcántara -a cuyas puertas se produjo el asesinato de Maradona después de que su hijo hiciese la comunión- y pudieron comprobar que situaba al acusado unos 10 minutos antes del asesinato de David Ávila en la zona del templo, siempre según el relato del investigador, quien también destaca la importancia del tatuaje del acusado de los disparos.

"En una vigilancia que se hacen a los acusados y a otra gente de Malmö de Málaga que vinieron a Málaga aprovechando un vuelo que toman dirección a las Baleares, se descubre que A. A. K. -el autor confeso- porta un tatuaje en el antebrazo izquierdo que le cubre hasta casi el codo", detalla el jefe de la Udyco; un extremo que le llevan a relacionarlo con el conductor de un Volkswagen Polo que habría entrado el día del asesinato en la urbanización Cortijo del Mar, mismo complejo hacia el que se dirigió el responsable del asesinato de Maradona tras acabar con su vida. Además, este vehículo fue hallado en el garaje de la urbanización por los investigadores.

Cabe recordar que la Fiscalía, inicialmente, en su escrito de acusación, pedía para los cuatro principales procesados la pena de prisión permanente revisable por dos delitos de asesinato y dos años de cárcel por otros dos de tenencia ilícita de armas. Para los otros cuatro pedía 12 años de cárcel por un delito de asesinato en calidad de cómplices. 

Sin embargo, tras el reconocimiento de los hechos por parte de los ocho acusados y la reparación del daño a los familiares de las víctimas, las penas previstas se verán modificadas, previsiblemente a la baja, explicó el fiscal Carlos Tejada, especializado en antidroga en la zona de Marbella.