El último tiroteo registrado en Marbella, en el que murió un hombre de nacionalidad francesa de 60 años por arma de fuego, responde a un ajuste de cuentas entre delincuentes, según confirmó ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, quien admitió que la “acumulación de fallecidos por tiroteo” que se viene produciendo en los últimos meses se en la Costa del Sol tienen que ver con “bandas que roban a bandas y y no sólo que se dedican a introducir drogas”.

"Aislados e inconexos"

Por su parte, el comisario de la Policía Nacional de Marbella, Enrique Lamelas, explicó que los últimos tiroteos con víctimas morales en este municipio no están relacionados entre sí y descartó que exista una guerra de bandas o venganzas. Son hechos “aislados” e “inconexos” que se producen en toda la Costa del Sol, dada la proximidad con países “productores de sustancias estupefacientes”.

El portavoz del Ejecutivo defendió que la Costa del Sol, es “un destino seguro” y que se trata de “incidentes aislados que no afectan al gran público y que se producen entre delincuentes, en el último caso un ajuste de cuentas”. Así, mostró su convencimiento de que estos hechos no van a afectar “en nada” al prestigio de la Costa del Sol como destino turístico y aseguró que se han “redoblado” los esfuerzos de los servicios de inteligencia “en todas las direcciones”.

Lucrecio Fernández detalló que los servicios de inteligencia se dedican primero a desmantelar las infraestructuras de las bandas y después, “lo más importante”, a perseguir el dinero y ver “en qué sitios se puede o no se puede blanquear”. “Esto es como en las películas con Al Capone, al final se le pilló por fraude fiscal persiguiendo el dinero”, añadió el delegado del Gobierno, quien ve clave perseguir el blanqueo en inversiones inmobiliarias, ya que a partir de ahí pueden conseguir que toda la infraestructura del grupo se venga abajo.

El delegado del Gobierno subraya que se han “redoblado” los esfuerzos de los servicios de inteligencia “en todas las direcciones

En este sentido, recalcó que los equipos de investigación se están centrando en desmantelar las infraestructuras de las bandas, como pisos francos, lanchas o vehículos de transporte, así como en la “persecución del dinero, para ver en qué sitios pueden blanquearlos”.

En cuanto a los efectivos policiales, el delegado del Gobierno subrayó que cuando Pedro Sánchez tomó posesión “habían desaparecido hasta 12.000 efectivos de la Policía y de la Guardia Civil”.