La muerte de una persona siempre supone un duelo duro y aceptarlo, en ocasiones, conlleva mucho tiempo. Pero si hablamos de animales, ellos también son capaces de sentir la ausencia de un ser querido. Los perros en concreto tienen una capacidad innata para percibir y responder a los cambios en el estado emocional de los humanos y otros animales. Como resultado, es posible que los perros sean capaces de detectar la muerte de un ser querido y experimentar una respuesta emocional a esa pérdida.

Algunos perros pueden mostrar signos de tristeza, como la pérdida de interés en la comida o las actividades que solían disfrutar, cambios en el comportamiento y la actividad, y una mayor necesidad de atención y consuelo. Los perros también pueden mostrar signos de ansiedad o confusión si se les separa de sus seres queridos o si se producen cambios en su entorno.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la capacidad de un perro para percibir y responder a la muerte de un ser querido puede variar según el individuo. Algunos perros pueden ser más sensibles que otros, y algunos pueden estar más preocupados por las reacciones emocionales de sus dueños que por la muerte en sí.

¿Pueden los perros morir de tristeza realmente?

Aunque es posible que los perros puedan sufrir emocionalmente y mostrar signos de tristeza cuando pierden a un ser querido o experimentan cambios significativos en su entorno, no es común que mueran de tristeza o pena, pero se han dado algunos casos. 

El caso que contamos hoy en Mascotíssimas trata de una perrita llamada Camila que murió días después de que su dueña de 22 años falleciera tras un accidente de coche. El suceso tuvo lugar en Nuevo León, México y fue la madre quien decidió compartir la historia a través de su cuenta de Facebook, donde narró que el animal no pudo soportar más días con la ausencia de su dueña.