Los residuos y su gestión son algunos de los retos a los que el mundo se enfrenta tanto por su impacto al medio ambiente como por los daños que pueden provocar en la salud humana. Esto ha hecho que el Consejo de la Unión Europea, como representante de los Estados que forman parte de la misma, y la Eurocámara hayan acordado reducir los envíos de residuos fuera del territorio comunitario, así como establecer una serie de garantías a través de controles para evitar el impacto negativo de los residuos.

¿En qué consiste el acuerdo?

Según ha explicado en un comunicado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Rivera,  representando la presidencia española en el Consejo de la UE este pacto "proporcionará el marco necesario para recuperar y reutilizar mejor los residuos como material secundario. Al mismo tiempo, nos ayudará a garantizar que los residuos que exportamos no sean perjudiciales". 

Según recoge la Agencia EFE, este acuerdo prohíbe "enviar fuera de la UE todos los desechos destinados a su eliminación dentro del territorio comunicado, salvo excepciones justificadas y autorizadas", también en el caso de residuos "destinados explícitamente a análisis y experimentos de laboratorio si no superan los 250 kilos".

El acuerdo incluye los procedimientos y notificaciones de forma detallada y destaca también la transparencia de los procesos: la información será pública y en los casos de autorizaciones de envío de residuos peligrosos a otros países (fuera de la Unión Europea o de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), las instalaciones de destino deberán pasar una auditoría realizada por un organismo independiente.

El acuerdo también incluye el deber de que los Estados apliquen "sanciones efectivas, proporcionadas y disuasorias en caso de infracción", que pueden ser multas o llegar a la suspensión de las autoridades implicadas en la gestión de los residuos.

Este pacto ha de ser todavía validado por el Consejo Europeo y por el pleno del Parlamento Europeo y afecta tanto a los envíos de residuos dentro de la UE, a los residuos importados y exportados desde y hacia terceros países así como a los envíos de residuos "en tránsito a través de la UE o de terceros países”, según informó el propio Consejo Europeo.