Medio Ambiente

¿Qué ventajas e inconvenientes tienen los huertos urbanos para la salud de las personas?

Huerto urbano en Gijón

Huerto urbano en Gijón / PIXABAY

Los huertos urbanos son, como su propio nombre indica, espacios destinados al cultivo de legumbres,  hortalizas o plantas aromáticas dentro de una ciudad y a pequeña escala. Estos pueden ser comunales o estar dentro de propiedades privadas, como un jardín o patio o en las macetas de una terraza. Muchas veces lo que se cultiva en estos pequeños huertos se destina al autoconsumo. 

En los últimos años estos huertos han aumentado todavía más su popularidad, pero como todo, tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

Los pros y alguna contra importante de los huertos urbanos

Cuidar de un huerto es una actividad que puede ser beneficiosa para la salud mental, al servir de distracción y favorecer la reducción del estrés y la ansiedad. En el caso de los huertos comunitarios, puede ser un buen lugar para socializar con otras personas de la comunidad y entre sus virtudes está el poder ser usado como herramienta educativa para los más jóvenes.

También pueden ser buenos para luchar contra el medio ambiente en zonas tan afectadas por la contaminación, como lo son las ciudades. Este es uno de los beneficios principales que más se destacan cuando se habla de este tipo de huertos.

Sin embargo, esa misma contaminación puede pasar una mala jugada cuando se trata de usar los huertos urbanos y la producción de vegetales para el consumo humano. Uno de los principales inconvenientes (y algo que debe tratarse con su debida seriedad) es la posibilidad de que los productos agrícolas de estos huertos estén contaminados por metales pesados como el plomo, zinc o cadmio. 

'Contenido de metales pesados en legumbres y hortalizas procedentes de huertos urbanos' es un artículo científico del año 2016 que estudió la presencia de metales en huertos urbanos de diversas localidades de la provincia de Sevilla. En él se destaca que la contaminación de estos alimentos puede darse de diversas formas, como la deposición atmosférica o cultivar en un suelo que ya estuviera contaminado, entre otras. Y en las conclusiones de este artículo, se señala que en algunas ocasiones las concentraciones de estos metales pueden producir riesgos toxicológicos para la salud de las personas que las consumen, pudiendo ser mayores en aquellas personas que introducen en su dieta estas hortalizas y legumbres de forma habitual.

Por ello, aunque los huertos urbanos tengan multitud de beneficios, es importante también tener en cuenta los posibles efectos negativos, especialmente si se vive en una zona con altos niveles de contaminación.

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