Tras la vorágine y las llamas siempre llega la calma. Una frase hecha que no detalla la letra pequeña de las consecuencias que lleva dormir menos de "3 o 4 horas durante más de tres días seguidos de fuego", relata Marina Álvarez de Protección Civil de Alhaurín el Grande. "Ahora es cuando se nos viene todo encima, yo soy vecina también, además de trabajar en Protección", asegura que tras el incendio está la verdadera lucha. "Ahora vemos el resultado de un monte convertido a cenizas", añade con una voz temblorosa y afligida.

"Es nuestra casa, estamos rotos, el corazón de nuestro pueblo se ha quemado", asegura Alejandro Ángulo de 19 años y vecino de Alhaurín el Grande. Dice que la palabra para describir este sentimiento es: "desolación". Los pueblos de Alhaurín de la Torre y el Grande se han visto envueltos por un sentimiento de "impotencia" y "tristeza". El incendio ha cubierto de cenizas la sierra y más de 2.000 hectáreas que describen como "la vida de nuestro pueblo y nuestra casa". Ángulo ha sido uno de los más de 30 vecinos que quisieron ayudar desde el primer momento a los efectivos que estaban en primera fila. "Yo vivo en el pie de la sierra y no me quise quedar mirando como se quemaba", relata el vecino que ayudó siguiendo siempre las indicaciones de los bomberos forestales. 

Bomberos observan el paisaje devastador que deja el incendio

Antonio Cabrera es otro de los chicos de Alhaurín el Grande que se han implicado con las autoridades y bomberos forestales para ayudar contra el incendio que cubría toda la Sierra de Mijas y Jarapalos. "No lo pensé ni un minuto, fuimos unos 15 o 20 junto con un bombero retirado que nos acompañaba a ayudar en lo que podíamos", asegura el vecino que además fue desalojado con su familia durante más de un día y medio. Relata que él y sus compañeros pasaron mucho miedo, "por un momento estuvimos a un metro del incendio y nos sentimos totalmente impotentes, además de salir huyendo, lo que vimos era incontrolable", añade. Los bomberos y el resto de efectivos no tardaron en llegar para empezar a salvar lo que sería uno lo más mayores desastres forestales de la Sierra que cubre Alhaurín de la Torre y Alhaurín el Grande.

La mayoría de profesionales y activos que han trabajado durante casi 24 horas seguidas son vecinos de los pueblos de la Sierra de Mijas. Sienten esos montes como parte de ellos. "Lo hemos sufrido, hemos visto arder lo que para mi y muchos de mis compañeros es nuestro descanso, es nuestro verde", afirma un bombero forestal que forma parte del operativo de Coín. "Entrenaba muchísimo en esa zona, era mi sitio seguro y ahora veo una sierra negra", añade.

El Consitorio ha procedido a la revisión con Servicios Operativos y guardas rurales para reestablecer todos los bebedores municipales que se encuentran distribuidos por la sierra, después de ver que el incendio deja un paisaje con una flora y fauna afectada por las llamas en la Sierra de Mijas. "Hemos implantado bebederos provisionales en las zonas que han sido arrasadas por el fuego, así como revisado y repuesto los cerca de hasta 30 comederos repartidos por todo el entorno de la sierra, de modo que aseguremos el agua y la comida de los animales que habitan este entorno", aseguran. 

Sierra de Mijas tras el incendio

El Gobierno local pide prudencia ciudadana para un incendio ya controlado y que continúa en fase aún de estabilización. Anuncia que quieren mostrar su agradecimiento a todas las áreas que han colaborado y "sigue haciéndolo", aseguran. "A todos los trabajadores y trabajadoras que se han puesto a disposición del Ayuntamiento para echar horas en estos momentos tan difíciles.", añaden. Destacan las empresas mijeñas que se han involucrado y ofrecido a colaborar además de los vecinos y vecinas que "no han dejado de preguntar cómo podían ayudar", concluyen.