El Ayuntamiento de Mijas desarrolla un plan de limpieza de cauces con el que acondicionará 7,5 kilómetros lineales de 9 arroyos y 1.200 metros del río Fuengirola, con el objetivo de despejar las vías de evacuación de aguas para evitar posibles inundaciones y prevenir los incendios forestales, según ha informado este miércoles el concejal de Medio Ambiente, Marco Cortés. 

El edil ha señaaldo que “es un plan con el que se llevan a cabo tareas de limpieza de maleza y desbroce, además de la retirada de todo tipo de residuos”.

En concreto, ha precisado que los trabajos comenzaron el pasado mes de noviembre y se están desarrollando de manera gradual por 9 arroyos y unos 1.200 metros del río Fuengirola a su paso por el término municipal. 

Costés ha detallado que ya se han intervenido en 5,5 kilómetros de terreno, en concreto en 660 metros del arroyo Cujau, un kilómetro de Los Álamos, 1,8 kilometros del situado en Calahonda, 660 metros de La Lucera, 170 de Ana María de Calypso, 450  de Los Carrizos, 100 de El Atajo y 600 del río Fuengirola.  A lo largo de los próximos días, las labores alcanzarán los arroyos María Zambrano y Torrenueva, a las que se sumarán otros seiscientos metros del río. 

El concejal ha resaltado que “es muy importante mantener en buen estado estas zonas para, en el caso de lluvias, evitar que se creen tapones y también que lleguen los residuos a las playas. A su vez, buscamos dotar a estas áreas de una mayor protección en caso de incendios”. 

Por su parte, el concejal de Servicios Operativos, Daniel Gómez, ha detallado que para ejecutar los trabajos se emplean dos vehículos de gran tonelaje, a los que se suman cinco operarios de Renta Básica que se encargan de eliminar los residuos que queden pendientes tras el paso de la maquinaria. El material orgánico retirado se tritura y se vuelve a depositar en las zonas para evitar, de esta forma, que los ecosistemas resulten dañados. 

Para terminar, los ediles han realizado un llamamiento a los vecinos para evitar que se arrojen residuos a estos torrentes pues, además de suponer un riesgo de seguridad, pueden conllevar un daño medioambiental irreversible.