Las baterías de estado sólido parecen el santo grial para los fabricantes de vehículos eléctricos: tendrán una mayor densidad volumétrica y gravimétrica de energía, lo que permitirá ofrecer más autonomía ocupando menos espacio y con menos peso; permitirán ofrecer mayor estabilidad térmica, lo que redundará en menores riesgos de incendio, recargas más rápidas o durarán más; podrán ser más asequibles -hay analistas que dice que hasta un 40 por ciento más económicas- y ofrecerán menor impacto medioambiental en tanto que se usarán en ellas menos grafito o cobalto, aunque también es cierto que usarán más litio.

Estas baterías de iones de litio incorporan en lugar de un líquido conductor, el electrolito -comunmente, sal de litio-, un elemento sólido -las recetas para ellos son variados- que permitan el movimiento de los iones entre ánodo y cátodo y viceversa.

La producción en serie de este nuevo tipo de celdas, como ya ocurre con las de electrolito líquido de la imagen, no estaría en BMW lista para antes de finales de esta década.

Además de Toyota con Panasonic y Nissan con un desarrollo que dicen propio, quienes ya parecen tener prácticamente sus baterías de estado sólido, hay otros fabricantes que también están trabajando en ellas. Es el caso de Volkswagen con Quantum, Stellantis y Mercedes en Factorial Energy -la alemana también con ProLogium- o Ford y BMW con Solid Power, entre otros.

La tecnología de Solid Power estará en el corazón de las baterías de los futuros BMW.

Ahora es noticia precisamente BMW, quien ya hace más de un año anunció que tendría un prototipo con esta tecnología para antes de 2025, y para lo que ha profundizado en su participación con Solid Power con un pago de 20 millones de euros hasta junio de 2024 . Así esta firma basada en Estados Unidos conservará la propiedad intelectual sobre el material del electrolito que ha desarrollado, pero permitirá a BMW acceder a los conocimientos técnicos y fabricación de esas celdas de estado sólido basado en sulfuro. Con el prototipo de las celdas patentadas por Solid Power, BMW replicará las celdas en sus propias instalaciones piloto de cara a optimizar los procesos de producción, por ejemplo.

Pilas de combustible para una pequeña serie de BMW iX5

Casi simultáneamente a esta confirmación, BMW ha iniciado la producción de una pequeña serie de BMW iX5 Hydrogen, un SUV que contará con una pila de combustible alimentada por hidrógeno para producir electricidad. La firma bávara espera tener listos los coches con ella para la próxima primavera tras haber finalizado el programa de desarrollo.

Ahora se ha iniciado el proceso final de ensamblado de los BMW iX5 Hydrogen que estarán listos para rodar en unos meses.

Se ha iniciado su fabricación en la planta piloto del Centro de Investigación e Innovación de Munich (Alemania), donde trabajan unas 900 personas sobre la base de los X5 suministrados por la factoría de Spartanburg (EE.UU.). Estos coches están equipado de un piso que permite acomodar los dos depósitos de hidrógeno en el túnel central y bajo el asiento trasero. Además, los sistemas eléctricos de 12 y 400 voltios específicos, la batería, el motor eléctrico o la pila se integran durante el ensamblaje junto a otras piezas estándar de este SUV. En concreto, la pila está fabricada en Garching, al norte de Munich, donde se trabaja en ellas desde el pasado mes de agosto.