La gama eléctrica de Mercedes-Benz, la de los EQ, está conformada en la actualidad por el monovolumen EQV de 5,37 m de largo, los lujosos EQS y EQS SUV de 5,22 m, el sofisticado EQE también en versión berlina y SUV con una amplia gama de niveles de potencia que alcanza incluso los 687 CV (505 CV), así como los EQC y EQT, el primero de ellos, el pionero en electrificación de la firma en esta era más moderna; el segundo, la variante totalmente electrificada del Clase T, el monovolumen compacto que ha sido de los últimos en llegar al mercado.

Adicionalmente, también dispone de los EQA y EQB. Ambos SUV representan el escalón de entrada a esta familia eléctrica.

Los cambios de diseño se centran, fundamentalmente, en el frontal, con nueva parrilla o paragolpes.

El primero de ellos, el EQA, es un modelo de 4,46 m de largo, construido sobre la plataforma MFA2, vinculado técnicamente al GLA y con tres variantes de potencia desde el momento de su lanzamiento comercial en 2021 hasta hoy -190 CV (140 kW) las de tracción delantera; y 228 CV (168 kW) o 292 CV (215 kW) las de tracción total-.

El EQB aporta la posibilidad de disponer de hasta siete asientos. En la versión de cinco plazas ahora se puede instalar un gancho de remolque.

El segundo, el EQB, es aún algo mayor: mide 4,68 m de largo. En este caso sería la variante eléctrica de la los GLB y está disponible con idénticos niveles de potencia que el EQA. Lo que le hace muy distinto a cualquier otro SUV eléctrico del mercado de tamaño semejante es que este Mercedes ofrece la posibilidad, en todas sus versiones, de ofrecer cinco o siete plazas. De hecho, para encontrar otro eléctrico con tres filas de asientos y siete plazas habría que optar por algunas versiones de industriales como el Fiat E-Ulysse o sus clones, por ejemplo; los Maxus Euniq 5 y BYD Tang o elegir SUV de más de 5 metros de largo, como los Kia EV9, Volvo EX90, Tesla Model X o, incluso, el  Mercedes-Benz EQS. El EQB inició su comercialización a finales de 2021 en España.

El nuevo frontal liso aproxima más a estos dos SUV a sus hermanos mayores también eléctricos.

Ahora, la firma de Stuttgart introduce modificaciones tanto en el EQA y EQB de, fundamentalmente, aspecto de manera que, por ejemplo, estrena una nueva parrilla en negro, sin láminas pero con inserciones de pequeñas estrellas; la banda luminosa conecta las luces diurnas o es nuevo el parachoques, con el objetivo de intentar aportar una sensación de mayor anchura. Además, también se modifican los pilotos o se añaden colores a la gama.

En el caso del EQB con cinco plazas se oferta, por primera vez, la posibilidad de disponer de un gancho de remolque que admite 1.400 o 1.700 kilos, según la versión de que se trate.

El volante es nuevo en ambos SUV e incorpora los nuevos interruptores y mandos de los Mercedes más modernos.

En el habitáculo ambos modelos incorporan un nuevo volante con los controles táctiles que Mercedes incorpora en sus últimos modelos, así como molduras decorativas en madera de poros abiertos. El sistema multimedia MBUX con pantalla de 10,25" de serie ha sido actualizado a su última versión y reconoce mejor, según Mercedes, las órdenes vocales, así como permite un mayor número de personalizaciones -a partir de tres de visualización y tres modos de funciones-. También ofrece una mejora calidad de sonido en el caso de que se opte por el equipo opcional que firma Burmester.

La pantalla central es, en todos los casos, de 10,25" de serie. Su software está entre los elementos sujetos a mejoras.

La autonomía de los EQA y EQB aumenta 30 km con una carga sin que se produzcan cambios en las baterías -siguen siendo de 66,5 kWh en los EQA 250, EQA 300 4 Matic y EQA 3205 4Matic, además de EQB 300 4 Matic y EQB 350 4 Matic, y 70,5 kWh en el los EQA 250+ y EQB 250+-, ni tampoco motores, abarcando desde 448 hasta los 560 km.

El motivo de este incremento de alcance está en que los cambios estéticos afectan a la aerodinámica, mejorándola; mientras que los neumáticos nuevos ofrecen una menor resistencia a la rodadura. Asimismo, hay un nuevo modo de conducción que limita el gasto de energía en consumidores como la pantalla o el aire acondicionado, de modo que puedes desconectarse o limitar su uso.

En las infraestructuras que admiten la función Plug & Charge los procesos de carga de la batería se agilizan gracias a contar con ella en estos modelos.

Para las infraestructuras con esta posibilidad, los EQA y EQB cuentan ahora con la función Plug & Charge. Así se inicia la carga automáticamente, con reconocimiento del vehículo y los planes de energía contratados para él, en el momento en el que se conectan a la infraestructura, lo que simplifica mucho la operación.

Otras funciones mejoradas son las vinculadas a las cámaras delantera y traseras, mientras que entre las ayudas a la conducción hay algunas optimizaciones como la que aporta el asistente de mantenimiento de carril, ahora más cómodo y progresivo, y que provoca la intervención de la dirección en lugar del control de estabilidad en caso de desvío de la trayectoria.

Con estos cambios, algunas de las innovaciones de sus hermanos de gama superior se abren camino en la clase compacta eléctrica de Mercedes.

Los EQA y EQB siguen fabricándose, respectivamente, en las plantas de Rastatt (Alemania) y Kecskernét (Hungría), con baterías procedentes de Kamenz (Alemania) y Jawor (Polonia). Todas ellas, desde el año pasado, son neutras en carbono.