Según ha informado OCU, los coches nuevos han subido en los últimos cinco años un 40 por ciento, un porcentaje mucho más alto que el IPC acumulado durante el mismo periodo, que fue de un 15,3 por ciento.

Esta subida coincide con que la activación de zonas de bajas emisiones (ZBE) en las 149 ciudades, situacion que puede obligar a sustituir a usuarios su viejo automóvil sin etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) por otro que sí la lleve. Según la OCU, la entrada en vigor de estas ZBE afectará a unas 25 millones de personas en esas ciudades de más de 50.000 habitantes.

Muchos conductores pueden encontrarse con una situación en la que, a la subida de los precios de los coches nuevos se suma la necesidad de sustituir el que tienen para poder acceder a las zonas de bajas emisiones.

Por eso, considera que sería recomendable ampliar el Plan Moves 3, para adquisición de vehículos electrificados, a coches de segunda mano con etiqueta Eco o Cero Emisiones. En la actualidad, las ayudas son de 4.500 euros para automóviles eléctricos (7.000 euros si se entrega a cambio un vehículo de más de 7 años para achatarrar) y de 2.500 euros para híbridos enchufables (5.000 euros si se entrega a cambio un vehículo de más de 7 años para achatarrar).

También cree que debería considerarse ampliar estas ayudas a híbridos no enchufables, nuevos o de segunda mano, dado que su precio es más asequible que los anteriores, también son poco contaminantes y hay en el mercado una mayor oferta de ellos, particularmente entre los usados. 

Además, la OCU pide a los ayuntamientos con ZBE que faciliten al menos tres entradas al año a los conductores con un coche sin etiqueta de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Según esta organización, esta medida tendría un impacto medioambiental muy limitado y, a cambio, facilitaría la entrada a los residentes en caso de urgencia (por ejemplo, para acudir al hospital), además de a los turistas que esporádicamente visiten la ciudad.

La OCU apunta a la necesidad de revisar los criterios por los que se entregan unas u otras etiquetas a los vehículos, priorizando consumos y emisiones a tecnologías, como hoy se hace.

La OCU también mantiene su petición al Gobierno para que se modifique el actual sistema de etiquetas ambientales de la DGT, de modo que priorice las emisiones reales frente a la tecnología del motor.

En este sentido, explica que la mayoría de los nuevos vehículos Diesel o gasolina contaminan menos que los híbridos enchufables pesados y de gran cilindrada, y que muchos microhíbridos, en los que el motor térmico actúa como impulsor principal y que tienen un motor eléctrico que asiste al otro en determinadas circunstancias.