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Qué es la enmienda Ferrari, la excepción a la norma de la UE sobre los coches de combustión

Ferrari 458 spider

Ferrari 458 spider / PIXABAY

La Agenda 2030 amenaza con poner el mundo patas arriba y muchos en España parecen no enterarse...o no querer enterarse, al menos. 7 de cada 10 españoles no saben qué es la Agenda 2030 y no será por la de veces que está sonando el término en los últimos tiempos.

Paradójicamente la inmensa mayoría considera muy importante el impacto que tienen la movilidad y el transporte en la contaminación de las ciudades, pero sigue sin ver claro eso de apostar por la bicicleta como medio para moverte.

No obstante el coche sigue siendo la opción favorito de movilidad, algo que dificulta mucho cumplir con los objetivos de reducción de contaminación en el mundo y que desde la Unión Europea quieren cortar de raíz ¿Cómo? La UE prohíbe vender coches con motor de combustión desde 2035, incluidos los híbridos y cada vez más se irán ampliando las restricciones a los coches considerados contaminantes.

El objetivo anunciando esta medida es obligar (con calzador) a fabricantes y consumidores a empezar a concienciarse de que van a tener que cambiar, sí o sí, los hábitos que habían conocido hasta el momento.

En 2035 no podrán comercializarse vehículos nuevos con motores de combustión, incluidos los híbridos y la mayoría de fabricantes ya trabajan en un proceso de transformación de sus negocios inevitable...salvo si puedes acogerte a la enmienda Ferrari.

¿Qué es la enmienda Ferrari?

La excepción que siempre existe a toda regla y que va a permitir salvar los muebles a aquellos que actualmente hacen pocos coches, pero muy muy caros. O lo que es lo mismo, que Renault, Citroën o Peugeot (y sus clientes) van a tener que producir y conducir coches eléctricos si quieren seguir moviéndose en coche de aquí a algo más de una década, pero todo aquel que se pueda permitir comprar un superdeportivo de lujo podrá seguir llenando el surtidor de gasolina. Porque su dueño y el coche lo valen.

La enmienda Ferrari está pensada para dos tipos de fabricantes:

  • Aquellas marcas que producen entre 1.000 y 10.000 coches nuevos (o entre 1.000 y 22.000 furgonetas nuevas al año), a los que únicamente se les flexibiliza el plazo para adaptar sus coches (hasta finales de 2035).
  • Aquellas marcas que producen menos de 1.000 vehículos nuevos al año, del tipo Ferrari, Lamborghini, Bugatti o Pagani, que serían las únicas que podrán seguir vendiendo modelos de gasolina o diésel nuevos.

Y es que cumplir a rajatabla las nuevas normas previstas a partir del 2035 dirigiría a una muerte segura a fabricantes de estas poderosas marcas, que mueven muchísimo dinero entre mucha gente de poder en el mundo.

Esta enmienda Ferrari comparece por tanto como claro salvavidas para los superdeportivos en Europa y permite a aquellas marcas de bajo volumen un añito más de tiempo para vender sus últimos modelos y adaptarse a otros mercados a los que derivar su negocio, como puede ser la producción de baterías de alto rendimiento.

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