Los automóviles nuevos son mucho más caros, incluso sus precios han subido mucho más de lo que lo ha hecho en estos cinco últimos años el IPC: si éste subió un 12,8 por ciento, el precio de los coches casi triplica lo que se ha elevado el índice, ya que está, según un estudio de la OCU, alcanzando el 35 por ciento.
Además de la inflación, las penalizaciones por emisiones de CO2 de la Unión Europea, la crisis de los microchips y el mayor nivel de equipamiento y complejidad de los vehículos pueden explicar esa subida, dice la OCU. No obstante, se ha dejado sentir en todos los segmentos de coches, incluso los más económicos con menor necesidad de semiconductores o más sencillos técnicamente hablando.
Para llegar a esta conclusión la organización ha comparado precios de diversos coches en 2017 y 2022, destacando que “las mayores subidas se aprecian en los motores tradicionales (n. de r. los que llevan exclusivamente motores de combustión), mientras que no ha sucedido así en otros tipos de coches: en los híbridos esas subidas han sido más contenidas, e incluso otros, como los eléctricos, han bajado sus precios.
En el estudio la OCU también ha verificado cuánto ha subido el precio de los modelos, en sus versiones básicas por motor y equipamiento, más vendidos de algunas de las marcas. En total, han sido quince alcanzado la conclusión de que la mayoría de las subidas se corresponden con el lanzamiento de un nuevo modelo con el mismo nombre, con sus consiguientes modificaciones. De este análisis, se desprende que sólo dos modelos han mantenido sus precios por debajo del IPC general acumulado: el BMW X1, que ha subido un 5 por ciento; y el Mercedes-Benz GLC, que lo ha hecho un 10 por ciento. El resto están por encima de ese 12,8 por ciento, como es el caso del Toyota Corolla (13 por ciento), Citroën C3 (18 por ciento), Audi Q3 (19 por ciento), Ford Kuga (28 por ciento), Peugeot 208 (31 por ciento), Seat Ibiza (32 por ciento), Kia Sportage (34 por ciento), Fiat 500 (36 por ciento), Renault Captur (39 por ciento), Dacia Sandero (42 por ciento), Volkswagen Polo (64 por ciento), Opel Corsa (69 por ciento) y Hyundai Tucson (89 por ciento).
La OCU recomienda, para conseguir que las subidas de los precios de los automóviles sean más comedidas, que se impulse el desarrollo de industrias nacionales microchips que garanticen la cadena de suministro y la ampliación de la red de infraestructuras de carga rápida para los coches eléctricos que favorezca el uso de estos.
También aconseja a los compradores estar pendientes de las ofertas o de los vehículos que están en stock, comparar precios entre concesionarios -un mismo modelo puede variar un 20 por ciento- o recurrir a vehículos muy electrificados, híbridos enchufables o eléctricos, en tanto que son una alternativa más sostenible y con costes de uso más reducidos.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios