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Biden defiende la diplomacia con Irán ante la presión israelí para usar la fuerza

El presidente de EEUU, Joe Biden, da la mano al primer ministro israelí, Yair Lapid.

El presidente de EEUU, Joe Biden, da la mano al primer ministro israelí, Yair Lapid. / ATEF SAFADI ( Efe)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, avisó este jueves de que se le está acabando la paciencia para que Irán vuelva al acuerdo nuclear, pero defendió la vía diplomática ante la presión del Gobierno israelí para amenazar a Teherán con la fuerza militar.

El segundo día de la visita de Biden a Jerusalén estuvo marcado por el tema de Irán y, en las múltiples declaraciones públicas, quedó claro que EEUU e Israel siguen divididos sobre cuál es la mejor manera para tratar con la República Islámica.

En una rueda de prensa, el primer ministro israelí en funciones, Yair Lapid, apeló directamente a Biden para presionar militarmente a Irán y consideró que la "única forma" de evitar que este país obtenga una bomba nuclear es "poner sobre la mesa una amenaza militar creíble".

"Las palabras no los detendrán, señor presidente. La diplomacia no los parará. Lo único que frenará a Irán es saber que, si continúan desarrollando su programa nuclear, el mundo libre usará la fuerza. La única manera de detenerlos es poner una amenaza militar creíble sobre la mesa", manifestó Lapid.

Biden escuchó atento las palabras de Lapid, pero respondió defendiendo la vía diplomática para salvar el acuerdo nuclear suscrito en 2015 y del que su antecesor Donald Trump (2017-2021) se salió en 2018, a lo que Teherán respondió con un mayor enriquecimiento de uranio.

"Continúo creyendo que la diplomacia es la mejor vía", aseveró el mandatario estadounidense.

Pese a defender la diplomacia, Biden dijo en una entrevista retransmitida el miércoles por el Canal 12 de noticias israelí que estaría dispuesto a usar la fuerza contra Irán si desarrolla un arma nuclear, pero lo haría "como último recurso".

El Gobierno estadounidense ha estado negociando con Teherán de manera indirecta con mediación europea desde 2021 para revivir el pacto, pero las negociaciones llevan atascadas desde marzo y la Casa Blanca cada vez es más pesimista sobre la posibilidad de un entendimiento.

Biden dijo este jueves que ha delineado el camino para que Irán vuelva a adherirse al pacto y avisó de que no esperará mucho. En concreto, preguntado sobre si hay una fecha límite para que Irán acepte las condiciones propuestas por EEUU, Biden respondió: "No sé cuándo ocurrirá eso, pero no vamos a esperar eternamente".

Biden y Lapid comparecieron ante la prensa justo después de firmar una declaración conjunta en la que Estados Unidos se comprometió a usar "todos los elementos de su poder nacional" para evitar que Irán se haga con un arma nuclear, aunque no se menciona en ningún momento el uso de la fuerza militar.

El mandatario estadounidense, que tiene previsto viajar mañana viernes a la ciudad saudí de Yeda, enfatizó en varias ocasiones la necesidad de que Israel se "integre por completo" en la región.

Al respecto, la atención está puesta en Arabia Saudí y en la posibilidad de que Biden finalice durante su visita un trato para que el reino permita a las aerolíneas israelíes cruzar sin restricciones su espacio aéreo, lo que acortaría significativamente los trayectos a China, la India o Tailandia, una posibilidad a la que apuntó Lapid.

Pese al impacto geopolítico que tendría ese acercamiento entre Israel y Arabia Saudí, que no tienen relaciones diplomáticas, la visita de Biden a Arabia Saudí estará centrada en la reunión que mantendrá mañana por la noche con el príncipe heredero saudí, Mohamed ben Salman.

Biden defendió este jueves su decisión de verse con Ben Salman, pero no se comprometió a mencionar durante la reunión el asesinato en 2018 en el consulado de Arabia Saudí en Estambul del periodista saudí Jamal Khashoggi, columnista del diario The Washington Post.

"Mi visión sobre Khashoggi está absolutamente clara y nunca he guardado silencio cuando se trata de hablar de derechos humanos. La razón por la que voy a Arabia Saudí es para promover los intereses de Estados Unidos de una forma que creo que reafirmará nuestra influencia en Oriente Próximo", argumentó.

Al respecto, Biden señaló que no quiere dejar un "vacío" en la región que puedan usar Rusia o China para ejercer su influencia.

Mientras Biden está teniendo dificultades para justificar su viaje a Arabia Saudí, en Israel ha sido recibido con los máximos honores.

El presidente israelí, Isaac Herzog, le entregó este jueves la medalla de honor presidencial en una ceremonia al aire libre repleta de aplausos; y, poco antes, Biden se reunió con el ex primer ministro y líder de la oposición Benjamin Netanyahu, con quien tuvo una relación conflictiva cuando era el vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).

La Casa Blanca justificó el encuentro diciendo que refleja los lazos "irrompibles" entre EEUU e Israel y muestra que ese vínculo no depende de sus líderes, sino de sus pueblos.

Ésta es la décima visita oficial de Biden a Israel en un lapso de medio siglo, un récord que supera a cualquier otro presidente norteamericano. Sus anteriores visitas las hizo en calidad de presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado o como vicepresidente.

Antes de partir rumbo a Arabia Saudí, Biden se reunirá este viernes en la ciudad cisjordana de Belén con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, junto a quien se espera anuncie una serie de medidas en favor de la población palestina.

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