El ex primer ministro británico Tony Blair ha llamado por teléfono en los últimos días a varios líderes europeos, en un último esfuerzo para intentar convertirse en el primer presidente de la Unión Europea (UE), informaban ayer el periódico británico The Times y la radiotelevisión belga.

Según el rotativo, Blair, cuya candidatura aún no es oficial, llamó en los últimos días, entre otros, al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, para intentar "convencerlo" de que es la "mejor opción" para el nuevo cargo de presidente del Consejo de la UE, que crea el Tratado de Lisboa.

El objetivo de Blair, según ambas fuentes, es que los 27 jefes de Estado o Gobierno de la UE, que ayer se dieron cita en Berlín para conmemorar los 20 años de la caída del Muro, "apuesten por él" y no por el hasta ahora favorito y -aparente- candidato de consenso para el cargo, el primer ministro belga, Herman van Rompuy.

A pesar de que Blair partía como favorito al puesto, que pretende dar mayor visibilidad exterior a la UE, su nombre se cayó de la lista en la cumbre de Bruselas celebrada hace dos semanas.

Aunque no está en la agenda oficial, fuentes diplomáticas de Bruselas afirmaron que es posible que ayer, aprovechando su estancia en Berlín, los 27 socios de la UE hablasen de nombres para el puesto de presidente de la UE y de Alto Representante para las Relaciones Exteriores del bloque, que deja vacante Javier Solana.

El objetivo de la Presidencia semestral sueca de la UE es alcanzar lo antes posible un consenso entre los 27 sobre quiénes ocuparán esos dos altos puestos.

Por otro lado, el rechazo del ministro de Exteriores británico, David Miliband, a ocupar el puesto de Alto Representante de la Política Exterior de la UE y vicepresidente de la Comisión sitúa al ex primer ministro italiano Massimo D'Alema como favorito para hacerse con el puesto, según el líder de los socialistas en el Parlamento Europeo, Martin Schulz.

Según indicó a Europa Press un portavoz del Grupo Parlamentario socialista, Schulz considera "definitivo" el rechazo de Miliband y, a su modo de ver, D'Alema tiene la "calidad" y la "posibilidad" de convertirse en el sucesor de Solana.

Durante la pasada cumbre de octubre en Bruselas, los socialistas europeos negaron su apoyo a Blair para el puesto de presidente de la UE y admitieron que aspiraban a colocar a un miembro de su familia política como Alto Representante. Ello desencadenó que el nombre de Miliband comenzara a pronunciarse como virtual candidato, aunque éste siempre negó estar interesado en el puesto. De manera simultánea, cobraba fuerza la tesis de Van Rompuy como candidato de consenso para convertirse en el primer presidente estable de la Unión, desbancando a otros dos miembros del Benelux también en liza: el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, y el luxemburgués Jean-Claude Juncker.

El hecho de que el perfil de Van Rompuy responda más al de un hombre discreto que al de un líder carismático daba alas a la idea de que Miliband podría completar el tándem europeo, pero tampoco estaba claro que los laboristas británicos estuvieran dispuestos a sacrificar a una de sus principales bazas para las legislativas de 2010. Así pues, la candidatura de D'Alema, que la semana pasada recibió el apoyo del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, gana puntos.

Los 27 encaran esta semana la recta final de las negociaciones para nombrar a las personas que ocuparán los dos principales cargos creados por el Tratado de Lisboa que entrará en vigor el próximo 1 de diciembre y la Presidencia sueca de la UE convocará hoy una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno que podría celebrarse este jueves o, a más tardar, el domingo.

El primer ministro sueco y presidente de turno de la UE, Fredrik Reinfeldt, desea que los 27 lleguen a esta cita con los dos nombres ya pactados.